martes, 19 de agosto de 2014

Primer Mensaje Anual al Congreso de Chester Alan Arthur, del 6 de diciembre de 1881 / First Annual Message to Congress (December 6, 1881)

(revisando)



Para el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos:

Una calamidad terrible ha caído sobre el pueblo estadounidense ya sus representantes elegidos se reunieron el pasado en las salas donde se encuentra ahora reunidos. Podríamos demás recordar con contenido puro de la prosperidad rara con la que durante todo el año la nación ha sido bendecida. Sus cosechas han sido abundante; sus variadas industrias tienen prosperado; la salud de su pueblo se ha conservado; que ha mantenido con los gobiernos extranjeros las relaciones inalteradas de amistad y de paz. Por estas manifestaciones de Su favor lo debemos a Él que tiene nuestro destino en sus manos el homenaje de nuestra devoción agradecida.

Para ese misterioso ejercicio de su voluntad que ha tomado de nosotros el ciudadano querido e ilustre que era pero últimamente la cabeza de la nación nos inclinamos en la tristeza y la sumisión.

El recuerdo de su exaltado carácter, de sus nobles logros, y de su vida patriótica será atesorado para siempre como un bien sagrado de todo el pueblo.

El anuncio de su muerte sacó de gobiernos extranjeros y de los pueblos homenajes de simpatía y tristeza que la historia registrará como tokens de señal del parentesco de las naciones y la federación de la humanidad.

El sentimiento de buena voluntad entre nuestro propio Gobierno y el de la Gran Bretaña nunca fue más marcada que en la actualidad. En reconocimiento de este hecho agradable que dirigí, con motivo de la celebración del centenario tarde en Yorktown, que el saludo se dará a la bandera británica.

Salvo por la correspondencia a la que me referiré más adelante, en relación con la propuesta para el canal a través del Istmo de Panamá, poco ha ocurrido digno de mención en las relaciones diplomáticas de los dos países.

A principios de año las reclamaciones Fortune Bay fueron satisfactoriamente resueltas por el Gobierno británico de pagar en su totalidad la suma de 15.000 libras, la mayor parte de los cuales ha sido ya distribuidos. Como los términos del acuerdo incluyen la compensación por los daños sufridos por nuestros pescadores en Aspee Bay, se ha conservado de la adjudicación bruto una suma que se considera adecuada para esos reclamos.

La participación de los estadounidenses en las exposiciones en Melbourne y Sydney se menciona con aprobación de los informes de las dos exposiciones, que pronto será presentado al Congreso. Se divulgarán la disposición de nuestros compatriotas a hacer la competencia con éxito en campos distantes de la empresa.

Las negociaciones para una convención internacional de derechos de autor están en progreso esperanzador.

La rendición de Toro Sentado y sus fuerzas sobre la frontera canadiense ha disipado aprehensión, aunque los cuerpos de indios británicos todavía cruzan la frontera en busca de sustento. Sobre este tema la correspondencia se ha abierto que promete una comprensión adecuada. Nuestras tropas tienen órdenes de evitar mientras tanto todas las colisiones con los indios alienígenas.

La presencia en la celebración Yorktown de representantes de la República Francesa y descendientes de Lafayette y de sus compatriotas galantes que eran nuestros aliados en la Revolución ha servido para fortalecer el espíritu de buena voluntad que siempre ha existido entre las dos naciones.

Se le proporcionará con las actas de la Conferencia bimetálico celebradas durante el verano en la ciudad de París. No se alcanzó ningún acuerdo, sino un valioso intercambio de puntos de vista se tenía, y la conferencia será renovada el próximo año.

En la Exposición Eléctrica y el Congreso, que también se celebró en París, este país fue honrosamente representado por eminentes especialistas, que, en ausencia de una apropiación, generosamente prestaron su ayuda eficaz a instancias del Departamento de Estado. Mientras que nuestros expositores en este campo casi típicamente americano de logro han ganado varios premios valiosos, recomiendo que el Congreso prevé el reembolso de los gastos personales incurridos en el interés público por los comisionados honoríficos y delegados.

No hay nuevas preguntas que respeten el estado de nuestros ciudadanos naturalizados en Alemania han surgido durante el año, y las causas de la queja, especialmente en Alsacia y Lorena, han prácticamente cesado a través de la acción liberal del Gobierno Imperial en la aceptación de nuestros puntos de vista a menudo expresados ​​en la sujeto. La aplicación del tratado de 1868 a las provincias renanas últimamente adquiridos ha recibido una atención muy serio, y se espera con confianza un acuerdo definitivo y duradero en este punto. La participación de los descendientes del Barón von Steuben en las festividades de Yorktown, y su posterior recepción por parte de sus parientes americanos, sorprendentemente evidenciaron los lazos de buena voluntad que unen el pueblo alemán y el nuestro.

Nuestro trato con España ha sido amable. Un acuerdo celebrado en febrero últimos corrige un plazo para los trabajos de la Comisión Española y Americana de Reclamaciones. El Gobierno español ha solicitado a pagar a finales de los premios de esa Comisión, y, se cree, acceder a la solicitud como con prontitud y cortesía como en ocasiones anteriores.

Por la reciente legislación multas onerosas han sido impuestas a los barcos estadounidenses en los puertos españoles y coloniales pequeñas desigualdades de manifiestos. Un caso de dificultad es especialmente digno de atención. La corteza masónica, con destino a Japón, entró en Manila en peligro, y es allí trataron de ser confiscados según las leyes de ingresos de España por una supuesta falta en su cargamento transbordado. Aunque los esfuerzos para su alivio hasta ahora han demostrado ser en vano, se espera que todo el asunto se ajustará en un espíritu amistoso.

Las resoluciones del Senado de condolencia en el asesinato del zar Alejandro II se comunicaron debidamente al Gobierno de Rusia, que a su vez ha expresado su simpatía en nuestro último duelo nacional. Es deseable que nuestras relaciones cordiales con Rusia deben reforzarse mediante compromisos adecuados que aseguren a los estadounidenses pacíficos que visitan el imperio de la contraprestación que se debe a ellos como ciudadanos de un Estado amigo. Esto es especialmente necesaria en lo que respecta a los israelitas de América, cuya clasificación con los hebreos nativa ha evocado protestas enérgicas de este Gobierno.

Un acuerdo consular complementaria con Italia ha sido sancionado y proclamado, lo que pone en los conflictos de descanso de la jurisdicción en el caso de los crímenes de a bordo.

Varias conferencias internacionales importantes han tenido lugar en Italia durante el año. En el Congreso Geográfico de Venecia, el Congreso de Beneficencia de Milán, y el Congreso de Higiene de Turín este país estuvo representado por delegados de las ramas de la administración pública o por particulares debidamente acreditados con carácter honorario. Se espera que el Congreso dará tanta importancia a los resultados de su participación como parecen merecer.

La abolición de todos los derechos de discriminar dichas producciones coloniales de las Indias Orientales Holandesas como se importan acá de Holanda ha sido ya considerada por el Congreso. Confío en que en el actual período de sesiones la cuestión puede concluir favorablemente.

La inseguridad de la vida y la propiedad en muchas partes de Turquía ha dado lugar a la correspondencia con la Porte mirando especialmente a la mejor protección de los misioneros estadounidenses en el Imperio. El asesino condenado del misionero eminente Dr. Justin W. Parsons aún no se ha ejecutado, a pesar de este Gobierno ha solicitado en repetidas ocasiones que se haga justicia ejemplar.

El Gobierno de Suiza ha solicitado de nuevo los buenos oficios de nuestros agentes diplomáticos y consulares para la protección de sus ciudadanos en los países donde no está en sí representa. Esta petición ha, dentro de los límites adecuados, ha concedido.

Nuestros agentes en Suiza han sido instruidos para protestar en contra de la conducta de las autoridades de algunos municipios al permitir la emigración a este país de delincuentes y otras personas objetables. Varias de estas personas, a través de la cooperación de los comisionados de la emigración a Nueva York, han sido enviados de vuelta por los vapores que los trajeron. A continuación de este curso puede resultar un remedio más eficaz que protesta diplomática.

Tratados de comercio y navegación y para la regulación de los privilegios consulares han concluido con Rumania y Servia desde su admisión en la familia de los Estados europeos.

Como es natural con los estados contiguos teniendo como instituciones y como objetivos de progreso y desarrollo, la amistad de los Estados Unidos y México se ha mantenido constante. Este Gobierno ha perdido ninguna ocasión de alentar al gobierno mexicano a una realización ventajosa de las ventajas mutuas que se deriven de las relaciones comerciales más íntimo y de la apertura de la riqueza interior de México a la empresa ferroviaria. Considero que es importante que se proporcionen medios para frenar la anarquía por desgracia tan comunes en la frontera y para suprimir las incursiones de los indios de reserva a ambos lados del Río Grande.

Los Estados vecinos de América Central han preservado la paz interna y sus relaciones externas a nosotros esos han sido los de la amistad íntima. Hay signos alentadores de su creciente disposición a subordinar sus intereses locales a las que son comunes a ellos por razón de sus relaciones geográficas.

La disputa fronteriza entre Guatemala y México ha brindado este Gobierno la oportunidad de ejercer sus buenos oficios para prevenir una ruptura entre los Estados y para la adquisición de una solución pacífica de la cuestión. Aprecio la firme esperanza de que, en vista de nuestras relaciones de amistad con ambos países nuestros consejos amistosos pueden prevalecer.

Un enviado especial de Guatemala ha traído a mí las condolencias de su Gobierno y al pueblo de la muerte del presidente Garfield.

El Gobierno de Costa Rica enmarca últimamente un compromiso con Colombia para resolver mediante arbitraje la cuestión de límites entre esos países, siempre que el puesto de árbitro debe ser ofrecido sucesivamente al rey de los belgas, el rey de España, y el Presidente de la Confederación Argentina . El rey de los belgas se ha negado a actuar, pero yo todavía no estoy advertido de la acción del Rey de España. Como tenemos ciertos derechos sobre el territorio en disputa que están protegidos por nuestros compromisos de tratados con una de las partes, es importante que el arbitraje no debe sin nuestro consentimiento afectar nuestros derechos, y este Gobierno en consecuencia ha tenido por conveniente conocer sus opiniones a las partes en el acuerdo, así como para dar a entender a los gobiernos belga y española.

Las preguntas que surgen de la vía interoceánica propuesto a través del istmo de Panamá son de gran importancia nacional. Este Gobierno no ha sido sin pensar en las solemnes obligaciones que le incumben en su compacta de 1846 con Colombia, como la amante independiente y soberano del territorio atravesado por el canal, y ha tratado de hacerlos efectivos por compromisos frescos con la República de Colombia busca a su ejecución práctica. Las negociaciones con este fin, después de que habían llegado a lo que parecía ser una solución mutuamente satisfactoria aquí, se reunieron en Colombia por una negación de los poderes que había asumido su enviado y de una propuesta de negociación renovada de forma modificada.

Mientras tanto este Gobierno se enteró de que Colombia había propuesto a las potencias europeas a unirse en una garantía de la neutralidad del Canal de Panamá propuesto - una garantía de lo que sería una violación directa de nuestra obligación como el único garante de la integridad del territorio nacional y de la neutralidad del canal mismo. Mi predecesor lamentado sintió que era su deber de someter a las potencias europeas las razones que hacen que la garantía previa de los Estados Unidos indispensable, y para el que la interjección de cualquier garantía extranjera podría ser considerado como un acto superfluo y poco amistoso.

Previendo la dependencia probable del Gobierno británico sobre las disposiciones del tratado Clayton-Bulwer de 1850 como sala dando por una participación en las garantías que los Estados Unidos pactó con Colombia cuatro años antes, no he dudado en complementar la acción de mi predecesor proponiendo al Gobierno de Su Majestad la modificación de dicho instrumento y la abrogación de esas cláusulas de los mismos como no concuerda con las obligaciones de los Estados Unidos hacia Colombia o con las necesidades vitales de los dos partidos amistosos en el compacto.

Este Gobierno ve con gran preocupación la continuación de las relaciones hostiles entre Chile, Bolivia y Perú. Una pronta paz entre estas repúblicas es mucho que desear, no sólo para que puedan estar a su vez ahorren ulteriores miseria y el derramamiento de sangre, sino por su continuo antagonismo amenaza consecuencias que son, a mi juicio, peligroso para los intereses del gobierno republicano en este continente y calculado para destruir a los mejores elementos de nuestra civilización libre y pacífico.

Al igual que en el presente estado de excitación del sentimiento popular en estos países ha habido grave malentendido de la posición de los Estados Unidos, y como relaciones diplomáticas por separado con cada uno a través de ministros independientes es a veces objeto, debido a la falta de comunicación recíproca rápida, a temporal malentendido, he considerado prudente en el momento actual para enviar a un enviado especial acreditado a todos y cada uno de ellos, y amueblado con instrucciones generales que, confío, le permitan traer estos poderes en las relaciones de amistad.

El Gobierno de Venezuela mantiene su actitud de cálida amistad y continúa con gran regularidad el pago de la cuota mensual de la deuda diplomática. Sin sugerir la dirección en la que el Congreso debe actuar, les pido su atención a las cuestiones pendientes que afectan a la distribución de los importes recibidos hasta ese momento.

Las relaciones entre Venezuela y Francia que crecen fuera de la misma deuda han sido desde hace algún tiempo en un estado satisfactorio, y este Gobierno, como el vecino y uno de los mayores acreedores de Venezuela, ha interpuesto su influencia con el Gobierno francés con la vista de producir una modificación en su amable y honorable.

Lamento que los intereses comerciales entre Estados Unidos y Brasil, a partir del cual se esperaban grandes ventajas de hace un año, han sufrido la retirada de las líneas americanas de la comunicación entre los puertos brasileños y el nuestro.

A través de los esfuerzos de nuestro ministro residente en Buenos Aires y el ministro de Estados Unidos en Santiago, un tratado haya sido celebrado entre la República Argentina y Chile, la eliminación de la cuestión de límites de la Patagonia-larga pendiente. Es una cuestión de felicitación que nuestro Gobierno se ha dado la oportunidad de ejercer con éxito su buena influencia para la prevención de los desacuerdos entre estas Repúblicas del continente americano.

Me complace informarle de que los tratados negociados últimamente con China han sido debidamente ratificado por ambas partes y el intercambio realizado en Pekín. La legislación es necesaria para llevar a sus disposiciones en vigor. El espíritu es amable y rápido con el que el Gobierno chino, a petición de los Estados Unidos, admitió la modificación de los tratados existentes deben asegurar cuidadosa atención a los intereses y susceptibilidades de ese Gobierno en la promulgación de las leyes relacionadas con la inmigración china.

Esas cláusulas de los tratados que prohíben la participación de los ciudadanos o buques de los Estados Unidos en el comercio del opio serán, sin duda, recibir su aprobación. Se hará constar el sincero interés que nuestro pueblo y Gobierno se sientan en los encomiables esfuerzos del Gobierno chino a poner fin a este tráfico desmoralizante y destructiva.

En relación tanto con China y Japón algunos cambios son deseables en nuestro sistema actual de la jurisdicción consular. Espero que en algún momento futuro para sentar antes de un esquema para su mejora en todo el Oriente.

La intimidad entre nuestro país y Japón, el más avanzado de los países de Oriente, sigue siendo cordial. Me han informado de que el emperador contempla el establecimiento de un gobierno constitucional completo, y que ya ha convocado a un congreso parlamentaria con el fin de efectuar el cambio. Tal paso notable hacia la asimilación completa con el sistema occidental no puede dejar de traer a Japón en relación más estrecha y beneficiosa con nosotros mismos como la principal potencia del Pacífico.

Una cuestión ha surgido en relación con el ejercicio de ese país de las funciones judiciales conferidos a nuestros ministros y cónsules. La acusación, juicio y condena en el tribunal consular en Yokohama de John Ross, un marino mercante a bordo de un buque americano, han hecho necesario que el Gobierno que inicie un examen cuidadoso de la naturaleza y los métodos de esta jurisdicción.

Parecía que Ross fue enviado regularmente bajo la bandera de los Estados Unidos, pero era por nacimiento un súbdito británico. Mi predecesor sintió que era su deber de mantener la posición de que durante su servicio como marinero enviado regularmente a bordo de un buque mercante americano Ross estaba sujeta a la legislación de este servicio y de la competencia de las autoridades consulares de los Estados Unidos.

Renuevo la recomendación que ha sido hasta ahora impulsada por el Ejecutivo a la atención del Congreso, que después de la deducción de la cantidad que se puede encontrar debido a los ciudadanos estadounidenses el saldo de los fondos de indemnización hasta ahora obtenidos de China y Japón, y que son ahora en manos del Departamento de Estado, se devolverán a los Gobiernos de esos países.

El Rey de Hawaii, en el curso de su regreso hacia casa después de un viaje alrededor del mundo, ha visitado últimamente este país. Mientras que nuestras relaciones con ese Reino es amable, este Gobierno ha visto con preocupación los esfuerzos para buscar la reposición de la población cada vez menor de las islas a partir de fuentes externas, en un grado que puede poner en peligro la soberanía y la independencia nativa, en la que Estados Unidos fue uno de el primero en testificar un vivo interés.

Relaciones de amistad intacta se han mantenido a lo largo del año con los respectivos Gobiernos de Austria-Hungría, Bélgica, Dinamarca, Haití, Paraguay y Uruguay, Portugal, y Suecia y Noruega. Esto también puede decirse de Grecia y Ecuador, aunque nuestras relaciones con esos Estados han desde hace algunos años han roto por la retirada de los créditos destinados a la representación diplomática en Atenas y Quito. Que parece oportuno restablecer esas misiones, incluso en una escala reducida, y recomiendo decididamente un curso de este tipo con respecto a Ecuador, que es probable que en un futuro próximo para jugar un papel importante entre las naciones del Pacífico Sur.

En su última sesión extra del Senado pidió el texto de la Convención de Ginebra para el alivio de los heridos en la guerra. Confío en que esta acción anticipa tal interés en el tema, que permita, en la adhesión de los Estados Unidos para que el compromiso humano y digno de elogio.

Invito a su atención a la conveniencia de la adopción del nuevo Código de normas internacionales para la prevención de abordajes en alta mar y de conformar la legislación interna de los Estados Unidos a la misma, de manera que no haya confusión puede surgir de la aplicación de las normas en conflicto en la caso de los buques de diferentes nacionalidades que se reúnen en aguas de las mareas. Estas normas internacionales difieren muy poco de la nuestra. Ellos han sido adoptadas por la Secretaría de Marina para la gobernanza de las naves de guerra de los Estados Unidos en alta mar y en aguas extranjeras, y, a través de la acción del Departamento de Estado en la difusión de las normas y dar a conocer a los capitanes de buques con la opción de conformar a ellos sin las aguas jurisdiccionales de los Estados Unidos, que son ahora muy conocidos en general y obedecieron.

El Departamento de Estado aún continúa publicando al país los informes comerciales y de fabricación recibidos de sus agentes en el extranjero. El éxito de este curso garantiza su continuidad y esa apropiación que sean necesarios para cumplir con la creciente demanda de estas publicaciones. Con especial referencia al algodón Exposición de Atlanta, el número de octubre de los informes se dedicó a una valiosa colección de documentos sobre el comercio de algodón de bienes del mundo.

La Conferencia Sanitaria Internacional de las que, en 1879, el Congreso hizo provisión reunido en esta ciudad a principios de enero pasado, y sus sesiones se prolonga hasta marzo. A pesar de que no llegó a ninguna conclusión específica que afectan a la acción futura de los poderes de los participantes, el intercambio de puntos de vista resultó ser más valioso. Los protocolos completos de las sesiones han sido ya presentado al Senado.

Como pertinentes a este tema general, que yo llamo su atención sobre las operaciones de la Junta Nacional de Salud. Establecido por ley del Congreso aprobada el 3 de marzo de 1879 de su esfera de derecho fue ampliado por el acto del 2 de junio en el mismo año. Por este último acto se requiere el consejo de instituir las medidas que pudieran juzgarse necesarias para prevenir la introducción de enfermedades contagiosas o infecciosas de los países extranjeros en los Estados Unidos o de un Estado a otro.

La ejecución de las normas y reglamentos elaborados por la Junta y aprobado por mi predecesor ha hecho mucho para detener el progreso de la enfermedad epidémica, y por lo tanto ha prestado un servicio importante a la nación.

La Conferencia Sanitaria Internacional, a la que me he referido, adoptó una forma de un proyecto de ley de salud para ser utilizados por todos los buques que deseen entrar en los puertos de los países cuyos representantes participaron en las deliberaciones. Este formulario ya ha sido prescrito por la Junta Nacional de Salud y se incorporan con sus normas y reglamentos, que han sido aprobados por mí en cumplimiento de la ley.

La salud de las personas es de suprema importancia. Todas las medidas que buscan su protección contra la propagación de enfermedades contagiosas y para el aumento de nuestro conocimiento sanitario para tales propósitos merecen la atención del Congreso.

El informe del Secretario del Tesoro presenta en detalle una exposición altamente satisfactoria del estado de las finanzas y la condición de las diversas ramas del servicio público administrado por dicho Departamento.

Los ingresos ordinarios de todas las fuentes para el año fiscal que termina en junio 30 de 1881, fueron:

De costumbres $ 198,159,676.02
De los ingresos internos 135,264,385.51
De las ventas de tierras públicas 2,201,863.17
Del impuesto sobre la circulación y los depósitos de los bancos nacionales 8,116,115.72
De pago de intereses por las empresas Pacific Railway 810,833.80
De fondo de amortización para las empresas Pacific Railway 805,180.54
De las tasas de aduana, multas, sanciones, etc 1,225,514.86
Desde honorarios - consular, cartas patentes, y las tierras 2,244,983.98
De producto de la venta de la propiedad del Gobierno 262,174.00
De las ganancias en la moneda 3,468,485.61
De los ingresos del Distrito de Columbia 2,016,199.23
De fuentes diversas 6,206,880.13
Total de los ingresos ordinarios 360,782,292.57


Los gastos ordinarios para el mismo período fueron:

Para gastos civiles $ 17,941,177.19
Para las relaciones sexuales extranjera 1,093,954.92
Para los indios 6,514,161.09
Para las pensiones 50,059,279.62
Para el establecimiento militar, incluyendo mejoras y arsenales 40,466,460.55 fluviales y portuarias
Para el establecimiento naval, incluidos los buques, maquinaria, y las mejoras en la marina-yardas 15,686,671.66
Para gastos varios, incluidos edificios públicos, Casas de luz, y la recolección de los ingresos 41,837,280.57
Para los gastos a cuenta del Distrito de Columbia 3,543,912.03
Por interés de la deuda pública 82,508,741.18
Para la prima de los bonos comprados 1,061,248.78
El total de gastos ordinarios 260,712,887.59
Dejando a un excedente de ingresos de $ 100,069,404.98, que se aplicó de la siguiente manera:

Para la redención de Bonos para el fondo de amortización $ 74,371,200.00
Moneda fraccionaria para el fondo de amortización 109,001.05
Préstamo de febrero de 1861 7,418,000.00
Diez de los años cuarenta de 1864 2,016,150.00
Cinco de los veinte de 1862 18,300.00
Cinco de los veinte de 1864 3,400.00
Cinco de los veinte de 1865 37,300.00
Consols de 1865 143,150.00
Consols de 1867 959,150.00
Consols de 1868 337,400.00
Indemnización tejano de stock 1,000.00
Demanda Antiguo, interés compuesto, y otras notas 18,330.00
Y con el aumento de dinero en efectivo en la Tesorería 14,637,023.93




Original



To the Senate and House of Representatives of the United States:

An appalling calamity has befallen the American people since their chosen representatives last met in the halls where you are now assembled. We might else recall with unalloyed content the rare prosperity with which throughout the year the nation has been blessed. Its harvests have been plenteous; its varied industries have thriven; the health of its people has been preserved; it has maintained with foreign governments the undisturbed relations of amity and peace. For these manifestations of His favor we owe to Him who holds our destiny in His hands the tribute of our grateful devotion.

To that mysterious exercise of His will which has taken from us the loved and illustrious citizen who was but lately the head of the nation we bow in sorrow and submission.

The memory of his exalted character, of his noble achievements, and of his patriotic life will be treasured forever as a sacred possession of the whole people.

The announcement of his death drew from foreign governments and peoples tributes of sympathy and sorrow which history will record as signal tokens of the kinship of nations and the federation of mankind.

The feeling of good will between our own Government and that of Great Britain was never more marked than at present. In recognition of this pleasing fact I directed, on the occasion of the late centennial celebration at Yorktown, that a salute be given to the British flag.

Save for the correspondence to which I shall refer hereafter in relation to the proposed canal across the Isthmus of Panama, little has occurred worthy of mention in the diplomatic relations of the two countries.

Early in the year the Fortune Bay claims were satisfactorily settled by the British Government paying in full the sum of 15,000 pounds, most of which has been already distributed. As the terms of the settlement included compensation for injuries suffered by our fishermen at Aspee Bay, there has been retained from the gross award a sum which is deemed adequate for those claims.

The participation of Americans in the exhibitions at Melbourne and Sydney will be approvingly mentioned in the reports of the two exhibitions, soon to be presented to Congress. They will disclose the readiness of our countrymen to make successful competition in distant fields of enterprise.

Negotiations for an international copyright convention are in hopeful progress.

The surrender of Sitting Bull and his forces upon the Canadian frontier has allayed apprehension, although bodies of British Indians still cross the border in quest of sustenance. Upon this subject a correspondence has been opened which promises an adequate understanding. Our troops have orders to avoid meanwhile all collisions with alien Indians.

The presence at the Yorktown celebration of representatives of the French Republic and descendants of Lafayette and of his gallant compatriots who were our allies in the Revolution has served to strengthen the spirit of good will which has always existed between the two nations.

You will be furnished with the proceedings of the Bimetallic Conference held during the summer at the city of Paris. No accord was reached, but a valuable interchange of views was had, and the conference will next year be renewed.

At the Electrical Exhibition and Congress, also held at Paris, this country was creditably represented by eminent specialists, who, in the absence of an appropriation, generously lent their efficient aid at the instance of the State Department. While our exhibitors in this almost distinctively American field of achievement have won several valuable awards, I recommend that Congress provide for the repayment of the personal expenses incurred in the public interest by the honorary commissioners and delegates.

No new questions respecting the status of our naturalized citizens in Germany have arisen during the year, and the causes of complaint, especially in Alsace and Lorraine, have practically ceased through the liberal action of the Imperial Government in accepting our often-expressed views on the subject. The application of the treaty of 1868 to the lately acquired Rhenish provinces has received very earnest attention, and a definite and lasting agreement on this point is confidently expected. The participation of the descendants of Baron von Steuben in the Yorktown festivities, and their subsequent reception by their American kinsmen, strikingly evinced the ties of good will which unite the German people and our own.

Our intercourse with Spain has been friendly. An agreement concluded in February last fixes a term for the labors of the Spanish and American Claims Commission. The Spanish Government has been requested to pay the late awards of that Commission, and will, it is believed, accede to the request as promptly and courteously as on former occasions.

By recent legislation onerous fines have been imposed upon American shipping in Spanish and colonial ports for slight irregularities in manifests. One case of hardship is specially worthy of attention. The bark Masonic, bound for Japan, entered Manila in distress, and is there sought to be confiscated under Spanish revenue laws for an alleged shortage in her transshipped cargo. Though efforts for her relief have thus far proved unavailing, it is expected that the whole matter will be adjusted in a friendly spirit.

The Senate resolutions of condolence on the assassination of the Czar Alexander II were appropriately communicated to the Russian Government, which in turn has expressed its sympathy in our late national bereavement. It is desirable that our cordial relations with Russia should be strengthened by proper engagements assuring to peaceable Americans who visit the Empire the consideration which is due to them as citizens of a friendly state. This is especially needful with respect to American Israelites, whose classification with the native Hebrews has evoked energetic remonstrances from this Government.

A supplementary consular agreement with Italy has been sanctioned and proclaimed, which puts at rest conflicts of jurisdiction in the case of crimes on shipboard.

Several important international conferences have been held in Italy during the year. At the Geographical Congress of Venice, the Beneficence Congress of Milan, and the Hygienic Congress of Turin this country was represented by delegates from branches of the public service or by private citizens duly accredited in an honorary capacity. It is hoped that Congress will give such prominence to the results of their participation as they may seem to deserve.

The abolition of all discriminating duties against such colonial productions of the Dutch East Indies as are imported hither from Holland has been already considered by Congress. I trust that at the present session the matter may be favorably concluded.

The insecurity of life and property in many parts of Turkey has given rise to correspondence with the Porte looking particularly to the better protection of American missionaries in the Empire. The condemned murderer of the eminent missionary Dr. Justin W. Parsons has not yet been executed, although this Government has repeatedly demanded that exemplary justice be done.

The Swiss Government has again solicited the good offices of our diplomatic and consular agents for the protection of its citizens in countries where it is not itself represented. This request has, within proper limits, been granted.

Our agents in Switzerland have been instructed to protest against the conduct of the authorities of certain communes in permitting the emigration to this country of criminals and other objectionable persons. Several such persons, through the cooperation of the commissioners of emigration at New York, have been sent back by the steamers which brought them. A continuance of this course may prove a more effectual remedy than diplomatic remonstrance.

Treaties of commerce and navigation and for the regulation of consular privileges have been concluded with Roumania and Servia since their admission into the family of European States.

As is natural with contiguous states having like institutions and like aims of advancement and development, the friendship of the United States and Mexico has been constantly maintained. This Government has lost no occasion of encouraging the Mexican Government to a beneficial realization of the mutual advantages which will result from more intimate commercial intercourse and from the opening of the rich interior of Mexico to railway enterprise. I deem it important that means be provided to restrain the lawlessness unfortunately so common on the frontier and to suppress the forays of the reservation Indians on either side of the Rio Grande.

The neighboring States of Central America have preserved internal peace, and their outward relations toward us have been those of intimate friendship. There are encouraging signs of their growing disposition to subordinate their local interests to those which are common to them by reason of their geographical relations.

The boundary dispute between Guatemala and Mexico has afforded this Government an opportunity to exercise its good offices for preventing a rupture between those States and for procuring a peaceable solution of the question. I cherish strong hope that in view of our relations of amity with both countries our friendly counsels may prevail.

A special envoy of Guatemala has brought to me the condolences of his Government and people on the death of President Garfield.

The Costa Rican Government lately framed an engagement with Colombia for settling by arbitration the boundary question between those countries, providing that the post of arbitrator should be offered successively to the King of the Belgians, the King of Spain, and the President of the Argentine Confederation. The King of the Belgians has declined to act, but I am not as yet advised of the action of the King of Spain. As we have certain interests in the disputed territory which are protected by our treaty engagements with one of the parties, it is important that the arbitration should not without our consent affect our rights, and this Government has accordingly thought proper to make its views known to the parties to the agreement, as well as to intimate them to the Belgian and Spanish Governments.

The questions growing out of the proposed interoceanic waterway across the Isthmus of Panama are of grave national importance. This Government has not been unmindful of the solemn obligations imposed upon it by its compact of 1846 with Colombia, as the independent and sovereign mistress of the territory crossed by the canal, and has sought to render them effective by fresh engagements with the Colombian Republic looking to their practical execution. The negotiations to this end, after they had reached what appeared to be a mutually satisfactory solution here, were met in Colombia by a disavowal of the powers which its envoy had assumed and by a proposal for renewed negotiation on a modified basis.

Meanwhile this Government learned that Colombia had proposed to the European powers to join in a guaranty of the neutrality of the proposed Panama canal--a guaranty which would be in direct contravention of our obligation as the sole guarantor of the integrity of Colombian territory and of the neutrality of the canal itself. My lamented predecessor felt it his duty to place before the European powers the reasons which make the prior guaranty of the United States indispensable, and for which the interjection of any foreign guaranty might be regarded as a superfluous and unfriendly act.

Foreseeing the probable reliance of the British Government on the provisions of the Clayton-Bulwer treaty of 1850 as affording room for a share in the guaranties which the United States covenanted with Colombia four years before, I have not hesitated to supplement the action of my predecessor by proposing to Her Majesty's Government the modification of that instrument and the abrogation of such clauses thereof as do not comport with the obligations of the United States toward Colombia or with the vital needs of the two friendly parties to the compact.

This Government sees with great concern the continuance of the hostile relations between Chile, Bolivia, and Peru. An early peace between these Republics is much to be desired, not only that they may themselves be spared further misery and bloodshed, but because their continued antagonism threatens consequences which are, in my judgment, dangerous to the interests of republican government on this continent and calculated to destroy the best elements of our free and peaceful civilization.

As in the present excited condition of popular feeling in these countries there has been serious misapprehension of the position of the United States, and as separate diplomatic intercourse with each through independent ministers is sometimes subject, owing to the want of prompt reciprocal communication, to temporary misunderstanding, I have deemed it judicious at the present time to send a special envoy accredited to all and each of them, and furnished with general instructions which will, I trust, enable him to bring these powers into friendly relations.

The Government of Venezuela maintains its attitude of warm friendship and continues with great regularity its payment of the monthly quota of the diplomatic debt. Without suggesting the direction in which Congress should act, I ask its attention to the pending questions affecting the distribution of the sums thus far received.

The relations between Venezuela and France growing out of the same debt have been for some time past in an unsatisfactory state, and this Government, as the neighbor and one of the largest creditors of Venezuela, has interposed its influence with the French Government with the view of producing a friendly and honorable adjustment.

I regret that the commercial interests between the United States and Brazil, from which great advantages were hoped a year ago, have suffered from the withdrawal of the American lines of communication between the Brazilian ports and our own.

Through the efforts of our minister resident at Buenos Ayres and the United States minister at Santiago, a treaty has been concluded between the Argentine Republic and Chile, disposing of the long-pending Patagonian boundary question. It is a matter of congratulation that our Government has been afforded the opportunity of successfully exerting its good influence for the prevention of disagreements between these Republics of the American continent.

I am glad to inform you that the treaties lately negotiated with China have been duly ratified on both sides and the exchange made at Peking. Legislation is necessary to carry their provisions into effect. The prompt and friendly spirit with which the Chinese Government, at the request of the United States, conceded the modification of existing treaties should secure careful regard for the interests and susceptibilities of that Government in the enactment of any laws relating to Chinese immigration.

Those clauses of the treaties which forbid the participation of citizens or vessels of the United States in the opium trade will doubtless receive your approval. They will attest the sincere interest which our people and Government feel in the commendable efforts of the Chinese Government to put a stop to this demoralizing and destructive traffic.

In relation both to China and Japan some changes are desirable in our present system of consular jurisdiction. I hope at some future time to lay before you a scheme for its improvement in the entire East.

The intimacy between our own country and Japan, the most advanced of the Eastern nations, continues to be cordial. I am advised that the Emperor contemplates the establishment of full constitutional government, and that he has already summoned a parliamentary congress for the purpose of effecting the change. Such a remarkable step toward complete assimilation with the Western system can not fail to bring Japan into closer and more beneficial relationship with ourselves as the chief Pacific power.

A question has arisen in relation to the exercise in that country of the judicial functions conferred upon our ministers and consuls. The indictment, trial, and conviction in the consular court at Yokohama of John Ross, a merchant seaman on board an American vessel, have made it necessary for the Government to institute a careful examination into the nature and methods of this jurisdiction.

It appeared that Ross was regularly shipped under the flag of the United States, but was by birth a British subject. My predecessor felt it his duty to maintain the position that during his service as a regularly shipped seaman on board an American merchant vessel Ross was subject to the laws of that service and to the jurisdiction of the United States consular authorities.

I renew the recommendation which has been heretofore urged by the Executive upon the attention of Congress, that after the deduction of such amount as may be found due to American citizens the balance of the indemnity funds heretofore obtained from China and Japan, and which are now in the hands of the State Department, be returned to the Governments of those countries.

The King of Hawaii, in the course of his homeward return after a journey around the world, has lately visited this country. While our relations with that Kingdom are friendly, this Government has viewed with concern the efforts to seek replenishment of the diminishing population of the islands from outward sources, to a degree which may impair the native sovereignty and independence, in which the United States was among the first to testify a lively interest.

Relations of unimpaired amity have been maintained throughout the year with the respective Governments of Austria-Hungary, Belgium, Denmark, Hayti, Paraguay and Uruguay, Portugal, and Sweden and Norway. This may also be said of Greece and Ecuador, although our relations with those States have for some years been severed by the withdrawal of appropriations for diplomatic representatives at Athens and Quito. It seems expedient to restore those missions, even on a reduced scale, and I decidedly recommend such a course with respect to Ecuador, which is likely within the near future to play an important part among the nations of the Southern Pacific.

At its last extra session the Senate called for the text of the Geneva convention for the relief of the wounded in war. I trust that this action foreshadows such interest in the subject as will result in the adhesion of the United States to that humane and commendable engagement.

I invite your attention to the propriety of adopting the new code of international rules for the prevention of collisions on the high seas and of conforming the domestic legislation of the United States thereto, so that no confusion may arise from the application of conflicting rules in the case of vessels of different nationalities meeting in tidal waters. These international rules differ but slightly from our own. They have been adopted by the Navy Department for the governance of the war ships of the United States on the high seas and in foreign waters, and, through the action of the State Department in disseminating the rules and in acquainting shipmasters with the option of conforming to them without the jurisdictional waters of the United States, they are now very generally known and obeyed.

The State Department still continues to publish to the country the trade and manufacturing reports received from its officers abroad. The success of this course warrants its continuance and such appropriation as may be required to meet the rapidly increasing demand for these publications. With special reference to the Atlanta Cotton Exposition, the October number of the reports was devoted to a valuable collection of papers on the cotton-goods trade of the world.

The International Sanitary Conference for which, in 1879, Congress made provision assembled in this city early in January last, and its sessions were prolonged until March. Although it reached no specific conclusions affecting the future action of the participant powers, the interchange of views proved to be most valuable. The full protocols of the sessions have been already presented to the Senate.

As pertinent to this general subject, I call your attention to the operations of the National Board of Health. Established by act of Congress approved March 3, 1879, its sphere of duty was enlarged by the act of June 2 in the same year. By the last-named act the board was required to institute such measures as might be deemed necessary for preventing the introduction of contagious or infectious diseases from foreign countries into the United States or from one State into another.

The execution of the rules and regulations prepared by the board and approved by my predecessor has done much to arrest the progress of epidemic disease, and has thus rendered substantial service to the nation.

The International Sanitary Conference, to which I have referred, adopted a form of a bill of health to be used by all vessels seeking to enter the ports of the countries whose representatives participated in its deliberations. This form has since been prescribed by the National Board of Health and incorporated with its rules and regulations, which have been approved by me in pursuance of law.

The health of the people is of supreme importance. All measures looking to their protection against the spread of contagious diseases and to the increase of our sanitary knowledge for such purposes deserve attention of Congress.

The report of the Secretary of the Treasury presents in detail a highly satisfactory exhibit of the state of the finances and the condition of the various branches of the public service administered by that Department.

The ordinary revenues from all sources for the fiscal year ending June 30, 1881, were:

From customs $198,159,676.02
From internal revenue 135,264,385.51
From sales of public lands 2,201,863.17
From tax on circulation and deposits of national banks 8,116,115.72
From repayment of interest by Pacific Railway companies 810,833.80
From sinking fund for Pacific Railway companies 805,180.54
From customs fees, fines, penalties, etc. 1,225,514.86
From fees--consular, letters patent, and lands 2,244,983.98
From proceeds of sales of Government property 262,174.00
From profits on coinage 3,468,485.61
From revenues of the District of Columbia 2,016,199.23
From miscellaneous sources 6,206,880.13
Total ordinary receipts 360,782,292.57
The ordinary expenditures for the same period were:

For civil expenses $17,941,177.19
For foreign intercourse 1,093,954.92
For Indians 6,514,161.09
For pensions 50,059,279.62
For the military establishment, including river and harbor improvements and arsenals 40,466,460.55
For the naval establishment, including vessels, machinery, and improvements at navy-yards 15,686,671.66
For miscellaneous expenditures, including public buildings, light-houses, and collecting the revenue 41,837,280.57
For expenditures on account of the District of Columbia 3,543,912.03
For interest on the public debt 82,508,741.18
For premium on bonds purchased 1,061,248.78
Total ordinary expenditures 260,712,887.59
Leaving a surplus revenue of $100,069,404.98, which was applied as follows:

To the redemption of
Bonds for the sinking fund $74,371,200.00
Fractional currency for the sinking fund 109,001.05
Loan of February, 1861 7,418,000.00
Ten-forties of 1864 2,016,150.00
Five-twenties of 1862 18,300.00
Five-twenties of 1864 3,400.00
Five-twenties of 1865 37,300.00
Consols of 1865 143,150.00
Consols of 1867 959,150.00
Consols of 1868 337,400.00
Texan indemnity stock 1,000.00
Old demand, compound-interest, and other notes 18,330.00
And to the increase of cash in the Treasury 14,637,023.93

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