Para el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos:
Según lo dispuesto en la Constitución que el Presidente de vez en cuando dar al Congreso informes sobre el estado de la Unión y recomendar a su consideración las medidas que estime necesarias y oportunas.
En la revisión de los acontecimientos del año que ha transcurrido desde el inicio de sus sesiones, en primer lugar llamar su atención sobre la condición gratificante de nuestras relaciones exteriores. Nuestro trato con otras potencias ha seguido siendo el carácter más amable.
Estas pequeñas diferencias como han surgido durante el año han sido ya resueltos o puedan llegar a un ajuste temprano. La detención de los ciudadanos de los Estados Unidos en Irlanda en virtud de las leyes recientes que deben su origen a la condición alterada de ese país ha dado lugar a una correspondencia algo prolongado con el Gobierno de la Gran Bretaña. A disposición de respetar nuestros derechos ha sido prácticamente se manifiesta por la liberación de los detenidos partes.
El reclamo de esta nación en relación con la supervisión y el control de cualquier canal interoceánico a través del Istmo de América ha seguido siendo objeto de la conferencia.
Es probable que el tiempo será más poderoso que la discusión en la eliminación de la divergencia entre las dos naciones cuya amistad está tan estrechamente cimentada en la intimidad de sus relaciones y la comunidad de sus intereses.
Nuestra amistad de larga data con Rusia se ha mantenido firme. Se me ha llevado a proferir los consejos sinceros de este Gobierno que adopte medidas para la supresión de la prohibición que la raza hebrea en ese país ha sufrido últimamente. No ha trascendido que cualquier ciudadano estadounidense ha sido sometido a detención o lesión, pero nuestra protesta cortés, sin embargo ha sido recibido con cortesía. Hay razones para creer que el tiempo no está muy lejano, cuando Rusia será capaz de asegurar la tolerancia a todas las religiones dentro de sus fronteras.
En una convención internacional celebrada en París en 1880, ya la que asistieron representantes de los Estados Unidos, se llegó a un acuerdo con respecto a la protección de marcas comerciales, artículos patentados, y los derechos de las empresas manufactureras y las empresas. La formulación en los tratados de las recomendaciones adoptadas de esta manera está recibiendo la atención que merece.
La protección de los cables submarinos es un tema que examina en una conferencia internacional en París. Creyendo que es claramente la verdadera política de este Gobierno para favorecer la neutralización de este medio de relación, pedí nuestro ministro a Francia para asistir a la convención como delegado. También designado dos de nuestros eminentes científicos a asistir como nuestros representantes en la reunión de un comité internacional en París para considerar la adopción de una unidad común para medir la fuerza eléctrica.
En vista de la frecuente aparición de conferencias para el examen de los asuntos importantes de interés común para las naciones civilizadas, sugiero respetuosamente que el Ejecutivo serán invertidos por el Congreso con poderes discrecionales para enviar delegados a esas convenciones, y que se prevea para sufragar los gastos incidente a la misma.
La diferencia entre los Estados Unidos y España en cuanto al efecto de una sentencia y el certificado de naturalización aún no ha sido ajustado, pero se espera y cree que las negociaciones que se realizan actualmente se traducirá en el establecimiento de la posición que parece a este Gobierno tan razonable y justo.
Ya he llamado la atención del Congreso sobre el hecho de que en los puertos de España y sus colonias últimamente se han impuesto multas onerosas sobre los vasos de los Estados Unidos por delitos de técnicos triviales contra las regulaciones locales. Hasta ahora los esfuerzos para la reducción de estas exacciones han resultado infructuosos.
Lamento tener que informarle también de que las tasas exigidas por los cónsules españoles en puertos norteamericanos son en algunos casos tan grandes, si se compara con el valor de la carga, en cuanto a cantidad de efecto a un considerable derecho de exportación, y que nuestras protestas en este sentido no han todavía recibido la atención que parecen merecer.
El Gobierno alemán ha invitado a los Estados Unidos para participar en una exposición internacional de ganado doméstico que se celebrará en Hamburgo en julio de 1883 Si va a representar este país, es importante que en los primeros días de este período de sesiones el Congreso debería hacer una apropiación adecuado para ese propósito.
La muerte del Sr. Marsh, nuestro difunto ministro de Italia, ha evocado desde que las expresiones públicas de profundo respeto por su carácter exaltado y por su honorable carrera en el servicio diplomático de su país. El Gobierno italiano ha planteado una pregunta en cuanto a la conveniencia de reconocer en su doble condición de representante de este país recientemente acreditado tanto como secretario de legación y como cónsul general en Roma. Ha sido recibido como secretaria, pero su exequátur como cónsul general hasta ahora se ha negado.
El convenio de extradición con Bélgica, que ha estado en funcionamiento desde 1874, ha sido últimamente suplantado por otro. El Senado ha manifestado su aprobación, y las ratificaciones haya sido debidamente intercambiada entre los países contratantes. A la lista de delitos extraditables se ha agregado la del asesinato o asesinato del jefe de Estado intentado.
Se entablaron negociaciones con Suiza en busca de un acuerdo por el tratado de la cuestión de si sus ciudadanos pueden renunciar a su lealtad y convertirse en ciudadanos de los Estados Unidos sin necesidad de obtener el consentimiento del Gobierno de Suiza.
Me complace informarle de que la inmigración de indigentes y delincuentes de algunos de los cantones de Suiza ha dejado sustancialmente y ya no está sancionada por las autoridades.
La consideración de este tema solicita la sugerencia de que el acto del 3 de agosto de 1882, que tiene por objeto la devolución de los condenados extranjeros a su país de origen, por lo que debe ser modificado de no estar abierto a la interpretación de que afecta a la extradición de criminales en cargos preferidas de la delincuencia.
La Puerta Otomana aún no ha consentido en la interpretación que este Gobierno ha puesto sobre el tratado de 1830 en relación con sus derechos jurisdiccionales en Turquía. Es muy posible, sin embargo, que esta diferencia se ajustará por una revisión general del sistema de jurisdicción de los Estados Unidos en los países del Este, un tema al que la atención ha sido ya convocada por el Secretario de Estado.
En el interés de la justicia hacia China y Japón, confío en que la cuestión de la devolución de los fondos de indemnización a los Gobiernos de esos países alcanzará en la presente reunión de la solución satisfactoria que ya he recomendado, y que recientemente ha sido prefigurada por discusión del Congreso.
El tratado últimamente concluido con Corea espera la acción del Senado. Durante los fines de perturbación en Egipto la presencia oportuna de los buques americanos sirvió de protección a las personas y los bienes de muchos de nuestros propios ciudadanos y de los ciudadanos de otros países, cuyos gobiernos han expresado su agradecimiento por esta ayuda.
La reciente legislación restringir la inmigración de trabajadores procedentes de China ha dado lugar a la cuestión de si continuar chino o de otro país puede pasar legalmente a través de nuestra propia.
Interpretando el acto de 6 de mayo de 1882, en relación con el tratado de 7 de noviembre de 1880, la restricción parece limitarse a los inmigrantes chinos que vienen a los Estados Unidos como trabajadores, y no prohibiría un mero tránsito a través de nuestro territorio. Pido a la atención del Congreso con el tema, por tal acción, en su caso, que se considere aconsejable.
Este Gobierno ha tenido recientemente ocasión de manifestar su interés en la República de Liberia, tratando de ayudar a la solución amistosa de la controversia fronteriza ahora pendiente entre esa República y la posesión británica de Sierra Leona.
El tratado de reciprocidad con Hawaii será rescindible después de 09 de septiembre 1883, en doce meses de la notificación por cualquiera de las partes. Si bien algunas disposiciones de ese pacto pueden haber demostrado onerosa, su existencia ha fomentado las relaciones comerciales que es importante preservar. Sugiero, por tanto, a que se considere pronto para tales modificaciones del tratado como parecen ser exigida por los intereses de nuestro pueblo.
En vista de nuestro creciente comercio con ambos Haití y Santo Domingo, le aconsejo que se prevean relaciones diplomáticas con este último mediante la ampliación del alcance de la misión en Puerto Príncipe.
Lamento que ciertas reclamaciones de ciudadanos estadounidenses contra el Gobierno de Haití hasta el momento se ha instado infructuosamente.
Un reciente acuerdo con México ofrece para el cruce de la frontera por las fuerzas armadas de ambos países en la búsqueda de indios hostiles. En mi mensaje del año pasado llamé la atención sobre la anarquía prevalece en las fronteras y la necesidad de una legislación para su supresión. Invito nuevamente a la atención del Congreso con el tema.
Una exención parcial de estos males se ha buscado en una convención, que ahora espera la aprobación del Senado, como lo hace también otra tocando el establecimiento de la frontera internacional entre Estados Unidos y México. Si este último es ratificado, se requerirá la acción del Congreso para el establecimiento de comisiones de encuesta adecuados. La disputa fronteriza entre México y Guatemala, lo que llevó a este Gobierno a proferir sus consejos amistosos para ambas partes, ha sido resuelta de manera amistosa.
Se ha producido ningún cambio en nuestras relaciones con Venezuela. Nuevo invoco su actuación en el asunto de los premios pendientes contra esa República, a la que se hizo referencia por un mensaje especial del Ejecutivo en su última sesión.
Una invitación ha sido recibida por el Gobierno de Venezuela a enviar representantes en julio de 1883, a Caracas para participar en la celebración del centenario del nacimiento de Bolívar, el fundador de la independencia de América del Sur. En relación con este evento que está diseñado para comenzar la construcción en Caracas de una estatua de Washington y para llevar a cabo una exposición industrial que estará abierto a los productos estadounidenses. Recomiendo que se representó a los Estados Unidos y que la prestación adecuada puede hacer para ello.
La elevación de la calificación de nuestra misión en Centroamérica al rango plenipotenciario, el cual fue autorizado por el Congreso en su sesión de tarde, ha sido ya efectuada.
La guerra entre el Perú y Bolivia, por un lado y Chile por el otro comenzó hace más de tres años. En la ocupación por parte de Chile en el año 1880 de todo el territorio litoral de Bolivia, las negociaciones de paz se llevaron a cabo bajo la dirección de los Estados Unidos. Los aliados se negaron a ceder cualquier territorio, pero Chile ha convertido desde entonces en maestro de toda la costa de ambos países y de la capital de Perú. Un año ya que, como ya ha sido advertido por correspondencia transmitida a usted en enero pasado, este Gobierno envió una misión especial a las potencias beligerantes para expresar la esperanza de que Chile estaría dispuesto a aceptar una indemnización dinero para los gastos de la guerra y a renunciar a su demanda de una parte del territorio de su antagonista.
Esta recomendación, que Chile se negó a seguir, este Gobierno no asumió de ejecutar; ni puede ser ejecutada sin recurrir a medidas que puedan ser de acuerdo ni con el temple de nuestro pueblo ni con el espíritu de nuestras instituciones.
El poder de Perú ya no se extiende por todo su territorio, y en el caso de nuestra interferencia de dictar la paz tendría que ser complementado por los ejércitos y las armadas de los Estados Unidos. Tal interferencia sería casi inevitablemente a la creación de un protectorado - resultado completamente en desacuerdo con nuestra política pasada, perjudicial para nuestros intereses actuales, y lleno de vergüenzas para el futuro.
Para efectuar la terminación de las hostilidades en términos a la vez sólo para la nación victoriosa y generoso con sus adversarios, este Gobierno no ha escatimado esfuerzos a ahorrar, como podría involucrar a las complicaciones que he indicado.
Es digno de deploró que Chile parece estar resuelto a exigir tales condiciones rigurosas de la paz y la indispuesto a someter a arbitraje los términos de un arreglo amistoso. No hay paz es probable que sea duradera que no es suficientemente equitativo y justo para mandar la aprobación de otras naciones.
Alrededor de un año desde que se invitó a las naciones de este continente a enviar representantes a un congreso de paz a reunirse en Washington en noviembre de 1882 La hora de reunión se fijó en un período remoto entonces, con la esperanza, ya que la invitación se declaró , que en el ínterin se ajustarían los disturbios entre las Repúblicas de América del Sur. Como parecía poco probable que la expectativa de realizarse, le pregunté en abril pasado por una expresión de la opinión de las dos Cámaras del Congreso en cuanto a la conveniencia de celebrar la convención propuesta a la hora señalada. Esta acción fue motivada en parte por las dudas que maduran reflexión había sugerido si el uso y las tradiciones del Gobierno diplomática no hacen apropiado que el Ejecutivo debe consultar a los representantes de las personas antes de buscar una línea de la política algo novedoso en su carácter y lejos alcance en sus posibles consecuencias. En vista del hecho de que ninguna acción fue tomada por el Congreso en el local y que no se habían hecho para los gastos necesarios, que posteriormente decidió aplazar la convocatoria, por lo que notificó a los varios gobiernos que habían sido invitados a asistir.
No estoy dispuesto a despedir a este tema sin asegurando mi apoyo a cualquier medida de la sabiduría del Congreso puede idear para la promoción de la paz en este continente y en todo el mundo, y yo confío en que el tiempo está cerca cuando, con la aprobación universal de los pueblos civilizados, todas las diferencias internacionales se determinarán sin recurrir a las armas por los procesos benignos de arbitraje.
Se han producido cambios en la representación diplomática de varias potencias extranjeras durante el año pasado. Nuevos ministros de la República Argentina, Austria-Hungría, Brasil, Chile, China, Francia, Japón, México, los Países Bajos y Rusia han presentado sus credenciales. Las misiones de Dinamarca y Venezuela en esta capital se han planteado en el grado. Suiza ha creado una misión plenipotenciario a este Gobierno, y una embajada de Madagascar y un ministro de Siam en breve llegará.
Nuestro trato diplomático ha sido ampliada por el establecimiento de relaciones con el nuevo Reino de Servia, por la creación de una misión de Siam, y por la restauración de la misión a Grecia. El Sha de Persia, ha expresado su satisfacción de que en breve se enviará un encargado de negocios de ese país, donde los derechos de nuestros ciudadanos han sido hasta ahora cortésmente custodiado por los representantes de Gran Bretaña.
Renuevo mi recomendación de dicha legislación, pondrá los Estados Unidos en armonía con otras potencias marítimas con respecto a las normas internacionales para la prevención de colisiones en el mar.
De conformidad con la resolución conjunta de la 3d de agosto pasado, me he dirigido al Secretario de Estado para hacer frente a los gobiernos extranjeros con respecto a una conferencia propuesta por considerar el tema de la adopción universal de un meridiano de origen común que se utilizará en el cálculo de longitud y en la regulación del tiempo de todo el mundo civilizado. Sus respuestas a su debido tiempo se establecerán antes.
Se llegó a un acuerdo en París en 1875 entre las principales potencias para el intercambio de publicaciones oficiales por medio de sus respectivos departamentos extranjeros.
El sistema admirable que ha sido construido por la empresa de la Institución Smithsonian ofrece una base práctica para nuestra cooperación en este esquema, y un acuerdo se ha efectuado mediante el cual esa institución llevará a cabo el trabajo necesario, bajo la dirección del Departamento de Estado . A ello una compensación razonable debe estar prevista por ley.
Una cláusula en el acto de hacer las consignaciones para el servicio diplomático y consular contempla la reorganización de las dos ramas de este servicio de forma asalariada, dejando cuotas a efecto en beneficio del Tesoro. Saludo cordialmente a favor de un proyecto de este tipo, las mismas probabilidades de corregir los abusos en el sistema actual. La Secretaria de Estado presentará a usted en un día de principios de un plan para dicha reorganización.
Una exposición completa e interesante de las operaciones del Departamento del Tesoro se produjo por el informe del Secretario.
Parece que los ingresos ordinarios de todas las fuentes para el año fiscal terminado en junio 30 de 1882, fueron los siguientes:
De costumbres $ 220,410,730.25
De los ingresos internos 146,497,595.45
De las ventas de tierras públicas 4,753,140.37
Del impuesto sobre la circulación y los depósitos de los bancos nacionales 8,956,794.45
De pago de intereses por las empresas Pacific Railway 840,554.37
De fondo de amortización para las empresas Pacific Railway 796,271.42
De las tasas de aduana, multas, sanciones, etc 1,343,348.00
Desde honorarios - consular, cartas patentes, y las tierras 2,638,990.97
De producto de la venta de la propiedad del Gobierno 314,959.85
De las ganancias sobre la moneda, los depósitos de lingotes, y ensayos 4,116,693.73
De los fondos fiduciarios de la India 5,705,243.22
De los depósitos de los individuos para la topografía tierras públicas 2,052,306.36
De los ingresos del Distrito de Columbia 1,715,176.41
De fuentes diversas 3,383,445.43
Total de los ingresos ordinarios 403,525,250.28
Los gastos ordinarios para el mismo período were--
Para gastos civiles $ 18,042,386.42
Para las relaciones sexuales extranjera 1,307,583.19
Para los indios 9,736,747.40
Para las pensiones 61,345,193.95
Para el establecimiento militar, incluyendo los ríos y puerto mejoras y arsenales 43,570,494.19
Para el establecimiento naval, incluidos los buques, maquinaria, y las mejoras en la marina-yardas 15,032,046.26
Para gastos varios, incluidos edificios públicos, Casas de luz, y la recolección de los ingresos 34,539,237.50
Para los gastos a cuenta del Distrito de Columbia 3,330,543.87
Por interés de la deuda pública 71,077,206.79
El total de gastos ordinarios 257,981,439.57
Dejando a un excedente de ingresos de $ 145,543,810.71, lo que, con un importe dispuesto con cargo al saldo de efectivo en la Tesorería de $ 20,737,694.84, que gana $ 166,281,505.55, se aplicó a la redemption--
De Bonos para el fondo de amortización $ 60,079,150.00
De la moneda fraccionaria para el fondo de amortización 58,705.55
De préstamo de julio y agosto de 1861 62,572,050.00
De préstamo de marzo de 1863 4,472,900.00
Préstamo De financiado de 1881 37,194,450.00
De préstamo de 1.858 303,000.00
De préstamo de febrero de 1861 1,000.00
De cinco años veinte del 1862 2,100.00
De cinco años veinte del 1864 7,400.00
De cinco años veinte del 1865 6,500.00
De diez años cuarenta del 1864 254,550.00
De consols de 1865 86,450.00
De consols de 1867 408,250.00
De consols de 1868 141,400.00
De la deuda Oregon Guerra 675,250.00
De la demanda de edad, interés compuesto, y otras notas 18,350.00
Original
It is provided by the Constitution that the President shall from time to time give to the Congress information of the state of the Union and recommend to their consideration such measures as he shall judge necessary and expedient.
In reviewing the events of the year which has elapsed since the commencement of your sessions, I first call your attention to the gratifying condition of our foreign affairs. Our intercourse with other powers has continued to be of the most friendly character.
Such slight differences as have arisen during the year have been already settled or are likely to reach an early adjustment. The arrest of citizens of the United States in Ireland under recent laws which owe their origin to the disturbed condition of that country has led to a somewhat extended correspondence with the Government of Great Britain. A disposition to respect our rights has been practically manifested by the release of the arrested parties.
The claim of this nation in regard to the supervision and control of any interoceanic canal across the American Isthmus has continued to be the subject of conference.
It is likely that time will be more powerful than discussion in removing the divergence between the two nations whose friendship is so closely cemented by the intimacy of their relations and the community of their interests.
Our long-established friendliness with Russia has remained unshaken. It has prompted me to proffer the earnest counsels of this Government that measures be adopted for suppressing the proscription which the Hebrew race in that country has lately suffered. It has not transpired that any American citizen has been subjected to arrest or injury, but our courteous remonstrance has nevertheless been courteously received. There is reason to believe that the time is not far distant when Russia will be able to secure toleration to all faiths within her borders.
At an international convention held at Paris in 1880, and attended by representatives of the United States, an agreement was reached in respect to the protection of trade-marks, patented articles, and the rights of manufacturing firms and corporations. The formulating into treaties of the recommendations thus adopted is receiving the attention which it merits.
The protection of submarine cables is a subject now under consideration by an international conference at Paris. Believing that it is clearly the true policy of this Government to favor the neutralization of this means of intercourse, I requested our minister to France to attend the convention as a delegate. I also designated two of our eminent scientists to attend as our representatives at the meeting of an international committee at Paris for considering the adoption of a common unit to measure electric force.
In view of the frequent occurrence of conferences for the consideration of important matters of common interest to civilized nations, I respectfully suggest that the Executive be invested by Congress with discretionary powers to send delegates to such conventions, and that provision be made to defray the expenses incident thereto.
The difference between the United States and Spain as to the effect of a judgment and certificate of naturalization has not yet been adjusted, but it is hoped and believed that negotiations now in progress will result in the establishment of the position which seems to this Government so reasonable and just.
I have already called the attention of Congress to the fact that in the ports of Spain and its colonies onerous fines have lately been imposed upon vessels of the United States for trivial technical offenses against local regulations. Efforts for the abatement of these exactions have thus far proved unsuccessful.
I regret to inform you also that the fees demanded by Spanish consuls in American ports are in some cases so large, when compared with the value of the cargo, as to amount in effect to a considerable export duty, and that our remonstrances in this regard have not as yet received the attention which they seem to deserve.
The German Government has invited the United States to participate in an international exhibition of domestic cattle to be held at Hamburg in July, 1883. If this country is to be represented, it is important that in the early days of this session Congress should make a suitable appropriation for that purpose.
The death of Mr. Marsh, our late minister to Italy, has evoked from that Government expressions of profound respect for his exalted character and for his honorable career in the diplomatic service of his country. The Italian Government has raised a question as to the propriety of recognizing in his dual capacity the representative of this country recently accredited both as secretary of legation and as consul-general at Rome. He has been received as secretary, but his exequatur as consul-general has thus far been withheld.
The extradition convention with Belgium, which has been in operation since 1874, has been lately supplanted by another. The Senate has signified its approval, and ratifications have been duly exchanged between the contracting countries. To the list of extraditable crimes has been added that of the assassination or attempted assassination of the chief of the State.
Negotiations have been opened with Switzerland looking to a settlement by treaty of the question whether its citizens can renounce their allegiance and become citizens of the United States without obtaining the consent of the Swiss Government.
I am glad to inform you that the immigration of paupers and criminals from certain of the Cantons of Switzerland has substantially ceased and is no longer sanctioned by the authorities.
The consideration of this subject prompts the suggestion that the act of August 3, 1882, which has for its object the return of foreign convicts to their own country, should be so modified as not to be open to the interpretation that it affects the extradition of criminals on preferred charges of crime.
The Ottoman Porte has not yet assented to the interpretation which this Government has put upon the treaty of 1830 relative to its jurisdictional rights in Turkey. It may well be, however, that this difference will be adjusted by a general revision of the system of jurisdiction of the United States in the countries of the East, a subject to which your attention has been already called by the Secretary of State.
In the interest of justice toward China and Japan, I trust that the question of the return of the indemnity fund to the Governments of those countries will reach at the present session the satisfactory solution which I have already recommended, and which has recently been foreshadowed by Congressional discussion.
The treaty lately concluded with Korea awaits the action of the Senate. During the late disturbance in Egypt the timely presence of American vessels served as a protection to the persons and property of many of our own citizens and of citizens of other countries, whose governments have expressed their thanks for this assistance.
The recent legislation restricting immigration of laborers from China has given rise to the question whether Chinese proceeding to or from another country may lawfully pass through our own.
Construing the act of May 6, 1882, in connection with the treaty of November 7, 1880, the restriction would seem to be limited to Chinese immigrants coming to the United States as laborers, and would not forbid a mere transit across our territory. I ask the attention of Congress to the subject, for such action, if any, as may be deemed advisable.
This Government has recently had occasion to manifest its interest in the Republic of Liberia by seeking to aid the amicable settlement of the boundary dispute now pending between that Republic and the British possession of Sierra Leone.
The reciprocity treaty with Hawaii will become terminable after September 9, 1883, on twelve months' notice by either party. While certain provisions of that compact may have proved onerous, its existence has fostered commercial relations which it is important to preserve. I suggest, therefore, that early consideration be given to such modifications of the treaty as seem to be demanded by the interests of our people.
In view of our increasing trade with both Hayti and Santo Domingo, I advise that provision be made for diplomatic intercourse with the latter by enlarging the scope of the mission at Port au Prince.
I regret that certain claims of American citizens against the Government of Hayti have thus far been urged unavailingly.
A recent agreement with Mexico provides for the crossing of the frontier by the armed forces of either country in pursuit of hostile Indians. In my message of last year I called attention to the prevalent lawlessness upon the borders and to the necessity of legislation for its suppression. I again invite the attention of Congress to the subject.
A partial relief from these mischiefs has been sought in a convention, which now awaits the approval of the Senate, as does also another touching the establishment of the international boundary between the United States and Mexico. If the latter is ratified, the action of Congress will be required for establishing suitable commissions of survey. The boundary dispute between Mexico and Guatemala, which led this Government to proffer its friendly counsels to both parties, has been amicably settled.
No change has occurred in our relations with Venezuela. I again invoke your action in the matter of the pending awards against that Republic, to which reference was made by a special message from the Executive at your last session.
An invitation has been received from the Government of Venezuela to send representatives in July, 1883, to Caracas for participating in the centennial celebration of the birth of Bolivar, the founder of South American independence. In connection with this event it is designed to commence the erection at Caracas of a statue of Washington and to conduct an industrial exhibition which will be open to American products. I recommend that the United States be represented and that suitable provision be made therefor.
The elevation of the grade of our mission in Central America to the plenipotentiary rank, which was authorized by Congress at its late session, has been since effected.
The war between Peru and Bolivia on the one side and Chile on the other began more than three years ago. On the occupation by Chile in 1880 of all the littoral territory of Bolivia, negotiations for peace were conducted under the direction of the United States. The allies refused to concede any territory, but Chile has since become master of the whole coast of both countries and of the capital of Peru. A year since, as you have already been advised by correspondence transmitted to you in January last, this Government sent a special mission to the belligerent powers to express the hope that Chile would be disposed to accept a money indemnity for the expenses of the war and to relinquish her demand for a portion of the territory of her antagonist.
This recommendation, which Chile declined to follow, this Government did not assume to enforce; nor can it be enforced without resort to measures which would be in keeping neither with the temper of our people nor with the spirit of our institutions.
The power of Peru no longer extends over its whole territory, and in the event of our interference to dictate peace would need to be supplemented by the armies and navies of the United States. Such interference would almost inevitably lead to the establishment of a protectorate--a result utterly at odds with our past policy, injurious to our present interests, and full of embarrassments for the future.
For effecting the termination of hostilities upon terms at once just to the victorious nation and generous to its adversaries, this Government has spared no efforts save such as might involve the complications which I have indicated.
It is greatly to be deplored that Chile seems resolved to exact such rigorous conditions of peace and indisposed to submit to arbitration the terms of an amicable settlement. No peace is likely to be lasting that is not sufficiently equitable and just to command the approval of other nations.
About a year since invitations were extended to the nations of this continent to send representatives to a peace congress to assemble at Washington in November, 1882. The time of meeting was fixed at a period then remote, in the hope, as the invitation itself declared, that in the meantime the disturbances between the South American Republics would be adjusted. As that expectation seemed unlikely to be realized, I asked in April last for an expression of opinion from the two Houses of Congress as to the advisability of holding the proposed convention at the time appointed. This action was prompted in part by doubts which mature reflection had suggested whether the diplomatic usage and traditions of the Government did not make it fitting that the Executive should consult the representatives of the people before pursuing a line of policy somewhat novel in its character and far reaching in its possible consequences. In view of the fact that no action was taken by Congress in the premises and that no provision had been made for necessary expenses, I subsequently decided to postpone the convocation, and so notified the several Governments which had been invited to attend.
I am unwilling to dismiss this subject without assuring you of my support of any measures the wisdom of Congress may devise for the promotion of peace on this continent and throughout the world, and I trust that the time is nigh when, with the universal assent of civilized peoples, all international differences shall be determined without resort to arms by the benignant processes of arbitration.
Changes have occurred in the diplomatic representation of several foreign powers during the past year. New ministers from the Argentine Republic, Austria-Hungary, Brazil, Chile, China, France, Japan, Mexico, the Netherlands, and Russia have presented their credentials. The missions of Denmark and Venezuela at this capital have been raised in grade. Switzerland has created a plenipotentiary mission to this Government, and an embassy from Madagascar and a minister from Siam will shortly arrive.
Our diplomatic intercourse has been enlarged by the establishment of relations with the new Kingdom of Servia, by the creation of a mission to Siam, and by the restoration of the mission to Greece. The Shah of Persia has expressed his gratification that a charge d'affaires will shortly be sent to that country, where the rights of our citizens have been hitherto courteously guarded by the representatives of Great Britain.
I renew my recommendation of such legislation as will place the United States in harmony with other maritime powers with respect to the international rules for the prevention of collisions at sea.
In conformity with your joint resolution of the 3d of August last, I have directed the Secretary of State to address foreign governments in respect to a proposed conference for considering the subject of the universal adoption of a common prime meridian to be used in the reckoning of longitude and in the regulation of time throughout the civilized world. Their replies will in due time be laid before you.
An agreement was reached at Paris in 1875 between the principal powers for the interchange of official publications through the medium of their respective foreign departments.
The admirable system which has been built up by the enterprise of the Smithsonian Institution affords a practical basis for our cooperation in this scheme, and an arrangement has been effected by which that institution will perform the necessary labor, under the direction of the Department of State. A reasonable compensation therefor should be provided by law.
A clause in the act making appropriations for the diplomatic and consular service contemplates the reorganization of both branches of such service on a salaried basis, leaving fees to inure to the benefit of the Treasury. I cordially favor such a project, as likely to correct abuses in the present system. The Secretary of State will present to you at an early day a plan for such reorganization.
A full and interesting exhibit of the operations of the Treasury Department is afforded by the report of the Secretary.
It appears that the ordinary revenues from all sources for the fiscal year ended June 30, 1882, were as follows:
From customs $220,410,730.25
From internal revenue 146,497,595.45
From sales of public lands 4,753,140.37
From tax on circulation and deposits of national banks 8,956,794.45
From repayment of interest by Pacific Railway companies 840,554.37
From sinking fund for Pacific Railway companies 796,271.42
From customs fees, fines, penalties, etc. 1,343,348.00
From fees--consular, letters patent, and lands 2,638,990.97
From proceeds of sales of Government property 314,959.85
From profits on coinage, bullion deposits, and assays 4,116,693.73
From Indian trust funds 5,705,243.22
From deposits by individuals for surveying public lands 2,052,306.36
From revenues of the District of Columbia 1,715,176.41
From miscellaneous sources 3,383,445.43
Total ordinary receipts 403,525,250.28
The ordinary expenditures for the same period were--
For civil expenses $18,042,386.42
For foreign intercourse 1,307,583.19
For Indians 9,736,747.40
For pensions 61,345,193.95
For the military establishment, including river and harbor improvements, and arsenals 43,570,494.19
For the naval establishment, including vessels, machinery, and improvements at navy-yards 15,032,046.26
For miscellaneous expenditures, including public buildings, light-houses, and collecting the revenue 34,539,237.50
For expenditures on account of the District of Columbia 3,330,543.87
For interest on the public debt 71,077,206.79
Total ordinary expenditures 257,981,439.57
Leaving a surplus revenue of $145,543,810.71, which, with an amount drawn from the cash balance in the Treasury of $20,737,694.84, making $166,281,505.55, was applied to the redemption--
Of bonds for the sinking fund $60,079,150.00
Of fractional currency for the sinking fund 58,705.55
Of loan of July and August, 1861 62,572,050.00
Of loan of March, 1863 4,472,900.00
Of funded loan of 1881 37,194,450.00
Of loan of 1858 303,000.00
Of loan of February, 1861 1,000.00
Of five-twenties of 1862 2,100.00
Of five-twenties of 1864 7,400.00
Of five-twenties of 1865 6,500.00
Of ten-forties of 1864 254,550.00
Of consols of 1865 86,450.00
Of consols of 1867 408,250.00
Of consols of 1868 141,400.00
Of Oregon War debt 675,250.00
Of old demand, compound-interest, and other notes 18,350.00
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