sábado, 26 de julio de 2014

Segundo Mensaje Anual al Congreso de Thomas Jefferson, del 15 de diciembre de 1802 / Second Annual Message (December 15, 1802)

Al Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos:

Cuando nos reunimos, conciudadanos, para considerar el estado de nuestro querido país, nuestras justas atenciones son atraídas en primer lugar por esas circunstancias agradables que marcan la bondad de ese Ser de cuyo favor y la gran medida de su gratitud fluyen y le debemos por Su generosidad. Otro año ha pasado, y nos encuentra aún bendecidos con la paz y la amistad en el extranjero; la ley, el orden y la religión en el hogar; buen afecto y armonía con nuestros vecinos indios; nuestras cargas aligeradas, pues nuestro ingreso es suficiente para las necesidades del público, y el producto del año aumentado más allá del ejemplo. Estas, conciudadanos, son las circunstancias en las que nos encontramos, y comentamos con especial satisfacción aquellas provenientes de las sonrisas de la Providencia por la habilidad, la industria, y el orden de nuestros ciudadanos, la gestión de sus propios asuntos a su manera y por su propio uso, desembarazados de un exceso de regulación, liberados por exenciones fiscales.

Con la restauración de la paz en Europa esa parte del comercio de transporte general que había caído bajo nuestra participación en la guerra fue reducido por la competencia del regreso de las potencias beligerantes. Esto era de esperar, y era justo. Pero además nos encontramos en algunas partes de Europa discriminaciones monopolizadoras, en la forma de derechos que tienden efectivamente a prohibir allí el transporte de nuestros propios productos en nuestros propios buques. Desde amistades existentes y un espíritu de justicia esperamos que una discusión amistosa producirá una reciprocidad justa y adecuada. Pero si los falsos cálculos de interés derrotan nuestra esperanza, corresponderá al legislativo decidir si tomarán retribución de las desigualdades en el extranjero con desigualdades compensatorias en casa, o prever el mal de cualquier otra manera.

Es con satisfacción que pongo ante ustedes una ley del Parlamento británico anticipando un tema tan lejano como para autorizar una supresión mutua de los deberes y derechos compensatorios en virtud del Tratado de 1794. Muestra de su parte un espíritu de justicia y amabilidad que es nuestro deber y nuestro interés cultivar con todas las naciones. Si esto produciría la debida igualdad en la navegación entre los dos países es un asunto para su consideración.

Otras circunstancias que reclama atención y que afectan directamente la fuente misma de nuestra navegación son el defecto o la evasión de la ley que prevé el regreso de los marineros, y en particular de los que pertenecen a los buques vendidos al extranjero. Muchos de ellos, desembarcados en puertos extranjeros, tienen peligros tales que pueden caer en sus aflicciones y espolearlos a nuestro país, se han visto en la necesidad en algunos casos de devolverlos a costa del erario público.

La cesión de la provincia española de Luisiana a Francia, que tuvo lugar en el curso de la última guerra, supondrá si se lleva a la práctica un cambio en el aspecto de nuestras relaciones exteriores que sin duda tienen peso en las deliberaciones del legislativo relacionadas con ese tema.

Había razones desde hace mucho tiempo para comprender que la guerra en la que nos comprometimos con Trípoli podría ser retomada por algún otro Estado de Berbería. Se ordenó, por tanto, un refuerzo inmediato de las naves ya estacionadas. Sin embargo, una información posterior ha eliminado estas aprensiones para el presente. Para asegurar nuestro comercio en ese mar con la fuerza competente más pequeña posible, hemos supuesto que lo mejor es observar estrictamente el puerto de Trípoli. Aun así, sin embargo, la poca profundidad de su costa y la falta de buques más pequeños por nuestra parte ha permitido que algunos cruceros escaparan sin ser vistos, y por uno de ellos un buque americano cayó presa. El capitán, un marinero estadounidense y otros dos de color permanecen presos con ellos a menos que se intercambien en virtud de un acuerdo antes realizado con el pachá, a quien, en fe de lo dicho, habrían sido despachados algunos de sus cautivos.

El convenio con el estado de Georgia ha sido ratificado por su legislatura y como consecuencia han recomprado a los Creeks una parte del país Talasscee. En esta compra también comprende una parte de las tierras dentro del tenedor de los ríos Oconee y Oakmulgee. Los detalles del contrato se presentarán en el Congreso tan pronto como estén en un estado para su comunicación.

Con el fin de eliminar todos los motivos de diferencia posibles con nuestros vecinos indios, he procedido en la labor de reunirme con ellos y marcar los límites entre nosotros. Esto con la Nación Choctaw se ha fijado en parte y se completará en un plazo breve. El país cuyo título se había extinguido antes de la Revolución es suficiente para recibir una población muy respetuosa, con la que el Congreso probablemente verá la conveniencia de fomentar tan pronto como se declararen los límites. Debemos ver esta posición como un puesto de avanzada de los Estados Unidos, rodeado de vecinos fuertes y distante de nuestro apoyo; y hasta qué punto ese monopolio salvaguarda a la población ya establecida allí conforma una condición para la continuación del título será su consideración. Por supuesto, una pronta solución de todos los derechos y reclamaciones existentes en este territorio se presenta como una operación preliminar.

En esa parte del territorio indio que incluye Vicennes las líneas se establecieron con las tribus vecinas fijando la extinción de su título en una amplitud de 24 leguas de este a oeste y aproximadamente la misma longitud paralela e incluyendo el Wabash. También han cedido un tramo de diez kilómetros cuadrados, incluyendo las fuentes de agua salada cerca de la desembocadura de ese río.

En el Departamento de Hacienda les informo con mucho gusto que los recibos de los impuestos externos para los últimos doce meses han superado los de cualquier año anterior, y que la relación de aumento ha sido también mayor de lo habitual. Esto nos ha permitido responder a todas las exigencias normales de gobierno, a pagar al Tesoro algo más de $ 8.000.000 de la deuda pública, principal e intereses, un millón pagado por la venta de acciones de los bancos en exclusiva, y la reducción en conjunto de casi cinco millones y medio de la principal, y de tener ahora en el Tesoro $ 4.500.000, que están en un curso de aplicación para la descarga adicional de la deuda y las demandas actuales. La experiencia, también, hasta el momento, nos autoriza a creer, si no sobrevienen eventos extraordinarios y si los gastos en que se incurrirán no serán mayores de lo que se contemple por el Congreso en su última sesión, que no decepcionaremos la expectativas que entonces nos formamos. Pero, como el efecto de la paz en el importe de los derechos aún no está totalmente comprobado, es lo más necesario practicar todas las medidas economías útiles y no incurrir en gastos que puedan evitarse sin prejuicios.

Habiendo quedado retrasada la recaudación de los impuestos internos, pasará algún tiempo antes de que el sistema esté cerrado. Aún no se ha considerado necesario emplear el agente autorizado por un acta de la última sesión para realizar transacciones comerciales en Europa en relación con las deudas y préstamos. Tampoco hemos utilizado el poder confiado por la misma acta para la prolongación de la deuda externa y de redención por una cantidad igual de deuda interna. Si a pesar de las dificultades las remesas se hacen necesarias en tan gran escala en cualquier momento, el poder deberá ser ejercido y el dinero así desempleado en el extranjero deberá, de conformidad con esa acta, aplicándose fielmente aquí en extinción equivalente de la deuda interna. Cuando los resultados saludables de los planes que ya han sancionado hagan efecto; cuando simplemente evitando falsos objetos de gasto seamos capaces, sin un impuesto directo, sin impuestos internos, y sin pedir prestado para hacer pagos grandes y eficaces hacia el cumplimiento de la deuda pública y la emancipación de nuestra posteridad de esa úlcera mortal, es un estímulo, conciudadanos, de primer orden proceder como hemos hecho en la sustitución de economía por fiscalidad, y en la búsqueda de lo que es útil para una nación privilegiada como es, en lugar de lo que se practica por otras personas en diferentes circunstancias. Y cuando quiera que estemos destinados a encontrarnos con los eventos que reclamen todas las energías de nuestros compatriotas, tenemos la confianza firme en esas energías y la comodidad de confrontar llamadas como estas con los extraordinarios recursos de los préstamos y de los impuestos internos. Mientras tanto, en la liquidación de los pagos del monto de la deuda, estamos liberando anualmente porciones de los impuestos externos y formando con ellos un fondo de crecimiento aún mayor para reducir la necesidad de recurrir a recursos extraordinarios.

La cuenta habitual de los ingresos y gastos para el año pasado, con una estimación de los gastos del próximo, será presentado ante ustedes por el Secretario de Hacienda.

No se considera necesario efectuar ningún cambio en nuestro aparato militar, y una estimación de sus gastos para el año próximo en base a su actual posición, como también las sumas a emplearse en las fortificaciones y otros objetos dentro de ese departamento, ha sido preparada por el Secretario de la Guerra, y será una parte de los presupuestos generales que se os presentarán.

Teniendo en cuenta que nuestras tropas regulares se emplean para fines locales, y que la milicia es nuestra mayor dependencia para grandes y súbitas emergencias, verán ustedes esta institución digna de un examen, y aplicarán las mejoras que ustedes encuentren susceptibles.

Las estimaciones para el Departamento Naval, preparado por el Secretario de la Marina, para el año próximo serán de igual manera comunicados con las estimaciones generales. Una pequeña fuerza en el Mediterráneo todavía será necesaria para restringir los cruceros tripolitanos, y nuestra incertidumbre con respecto a la paz con algún otro Estado de Berbería puede llegar a requerir que la fuerza sea aumentada. La necesidad de adquisición de algunas embarcaciones más pequeñas para el servicio elevará la estimación, pero la diferencia en su mantenimiento harán que pronto sean vistos como una medida de economía.

Suponiendo que se considerará conveniente gastar anualmente una suma conveniente hacia la provisión de la defensa naval que nuestra situación puede requerir, no puedo más que recomendar que los primeros créditos para este fin pudieran ir al ahorro de lo que ya poseemos. Ninguna preocupación, ninguna atención, pueden preservar las naves de una rápida descomposición cuando se encuentran en el agua expuesta al sol. Estos decaimientos requieren grandes y constantes reparaciones y consumirán, si continúa, una gran parte de los dineros destinados a fines navales. Para evitar este desperdicio de nuestros recursos, se propone añadir a nuestra marina aquí un muelle en el que nuestros buques presentes podrán quedar en seco y cubiertos del sol. En estas circunstancias, la experiencia demuestra que las obras de madera permanecerán en absoluto afectados por el tiempo. La gran abundancia de agua corriente que requiere esta situación, en alturas muy por encima del nivel de la marea, si se emplea como se practica para la navegación de bloqueo, proporcionará los medios para subir y colocar nuestros buques en una cama seca y protegida. Y se debería encontrar la medida útil en este caso tanto para la colocación como para la construcción y reparación de naves de aquí en adelante, que podrán llevarse a cabo en otros astilleros de la marina que ofrecen los mismos medios. Los planes y estimaciones de los trabajos, preparados por una persona con conocimientos y experiencia, serán presentados ante ustedes sin demora, y de esto se verá que es necesario poco más del costo de un barco para salvar el todo, y que la suma anual que se emplea para su finalización se puede adaptar a las opiniones del legislativo en cuanto a gasto naval.

Para cultivar la paz y mantener el comercio y la navegación en todas sus empresas legales; para fomentar nuestras pesquerías como criaderos de navegación y para la crianza del hombre, y proteger las manufacturas adaptadas a nuestras circunstancias; para preservar la fe de la nación en una descarga exacta de sus deudas y contratos, gastar el dinero público con el mismo cuidado y economía que tendríamos con el nuestro, e imponer a nuestros ciudadanos ninguna carga innecesaria; para tener todo esto con seguridad… estos, conciudadanos, son los puntos de referencia por el cual hemos de guiarnos en todas nuestras actuaciones. Continuando para que éstos sigan siendo la regla de nuestra acción deberemos que nuestros compatriotas abracen los verdaderos principios de la Constitución y promover una unión de sentimientos de acción igualmente propicia para su felicidad y seguridad. Por mi parte, es posible contar con una concurrencia cordial en todas las medidas para el bien público y en toda la información que poseo y que pueda permitirles liberarse y afrontar con ventaja las altas funciones con las que estáis investido por nuestro país.



Original


To the Senate and House of Representatives of the United States:

When we assemble together, fellow citizens, to consider the state of our beloved country, our just attentions are first drawn to those pleasing circumstances which mark the goodness of that Being from whose favor they flow and the large measure of thankfulness we owe for His bounty. Another year has come around, and finds us still blessed with peace and friendship abroad; law, order, and religion at home; good affection and harmony with our Indian neighbors; our burthens lightened, yet our income sufficient for the public wants, and the produce of the year great beyond example. These, fellow citizens, are the circumstances under which we meet, and we remark with special satisfaction those which under the smiles of Providence result from the skill, industry, and order of our citizens, managing their own affairs in their own way and for their own use, unembarrassed by too much regulation, unoppressed by fiscal exactions.

On the restoration of peace in Europe that portion of the general carrying trade which had fallen to our share during the war was abridged by the returning competition of the belligerent powers. This was to be expected, and was just. But in addition we find in some parts of Europe monopolizing discriminations, which in the form of duties tend effectually to prohibit the carrying thither our own produce in our own vessels. From existing amities and a spirit of justice it is hope that friendly discussion will produce a fair and adequate reciprocity. But should false calculations of interest defeat our hope, it rests with the legislature to decide whether they will meet inequalities abroad with countervailing inequalities at home, or provide for the evil in any other way.

It is with satisfaction I lay before you an act of the British Parliament anticipating this subject so far as to authorize a mutual abolition of the duties and countervailing duties permitted under the treaty of 1794. It shows on their part a spirit of justice and friendly accommodation which it is our duty and our interest to cultivate with all nations. Whether this would produce a due equality in the navigation between the two countries is a subject for your consideration.

Another circumstances which claims attention as directly affecting the very source of our navigation in the defect or the evasion of the law providing for the return of seamen, and particularly of those belonging to vessels sold abroad. Numbers of them, discharged in foreign ports, have dangers into which their distresses might plunge them and save them to their country, have found it necessary in some cases to return them at the public charge.

The cession of the Spanish Province of Louisiana to France, which took place in the course of the late war, will if carried into effect, make a change in the aspect of our foreign relations which will doubtless have just weight in any deliberations of the legislature connected with that subject.

There was reason not long since to apprehend that the warfare in which we were engaged with Tripoli might be taken up by some other of the Barbary Powers. A reenforcement, therefore, was immediately ordered to the vessels already there. Subsequent information, however has removed these apprehensions for the present. To secure our commerce in that sea with the smallest force competent, we have supposed it best to watch strictly the harbor of Tripoli. Still, however, the shallowness of their coast and the want of smaller vessels on our part has permitted some cruisers to escape unobserved, and to one of these an American vessel unfortunately fell a prey. The captain, one American seaman, and two others of color remain prisoners with them unless exchanged under an agreement formerly made with the Bashaw, to whom, on the faith of that, some of his captive subjects had been restored.

The convention with the state of Georgia has been ratified by their legislature, and a repurchase from the Creeks has been consequently made of a part of the Talasscee country. In this purchase has been also comprehended a part of the lands within the fork of Oconee and Oakmulgee rivers. The particulars of the contract will be laid before Congress so soon as they shall be in a state for communication.

In order to remove every ground of difference possible with our Indian neighbors, I have proceeded in the work of settling with them and marking the boundaries between us. That with Choctaw Nation is fixed in one part and will be through the whole within a short time. The country to which their title had been extinguished before the Revolution is sufficient to receive a very respectful population, which Congress will probably see the expediency of encouraging so soon as the limits shall be declared. We are to view this position as an outpost of the United States, surrounded by strong neighbors and distant from its support; and how far that monopoly which prevents population should here be guarded against and actual habitation made a condition of the continuance of title will be for your consideration. A prompt settlement, too, of all existing rights and claims within this territory presents itself as a preliminary operation.

In that part of the Indian Territory which includes Vicennes the lines settled with neighboring tribes fix the extinction of their title at a breadth of 24 leagues from east to west and about the same length parallel with and including the Wabash. They have also ceded a tract of four miles square, including the salt springs near the mouth of that river.

In the Department of Finance it is with pleasure I inform you that the receipts of external duties for the last twelve months have exceeded those of any former year, and that the ratio of increase has been also greater than usual. This has enabled us to answer all the regular exigencies of government, to pay from the Treasury within one year upward of $8,000,000, principal and interest, of the public debt, exclusive of upward of one million paid by the sale of bank stock, and making in the whole a reduction of nearly five millions and a half of principal, and to have now in the Treasury $4,500,000, which are in a course of application to the further discharge of debt and current demands. Experience, too, so far, authorizes us to believe, if no extraordinary event supervenes, and the expenses which will be actually incurred shall not be greater than were contemplated by Congress at their last session, that we shall not be disappointed in the expectations then formed. But nevertheless, as the effect of peace on the amount of duties is not yet fully ascertained, it is the more necessary to practice every useful economy and to incur no expense which may be avoided without prejudice.

The collection of the internal taxes having been retarded, it will be some time before the system is closed. It is not yet been thought necessary to employ the agent authorized by an act of the last session for transacting business in Europe relative to debts and loans. Nor have we used the power confided by the same act of prolonging the foreign debt by reloans, and of redeeming instead thereof an equal sum of domestic debt. Should, however, the difficulties of remittance on so large a scale render it necessary at any time, the power shall be executed and the money thus unemployed abroad shall, in conformity with that law, be faithfully applied here in equivalent extinction of domestic debt. When effects do salutary result from the plans you have already sanctioned; when merely by avoiding false objects of expense we are able, without a direct tax, without internal taxes, and without borrowing to make large and effectual payments toward the discharge of public debt and the emancipation of our posterity from that mortal canker, it is an encouragement, fellow citizens, of the highest order to proceed as we have begun in substituting economy for taxation, and in pursuing what is useful for a nation placed as we are, rather than what is practiced by others under different circumstances. And whensoever we are destined to meet events which shall call forth all the energies of our countryman, we have the firmest reliance on those energies and the comfort of leaving for calls like these the extraordinary resources of loans and internal taxes. In the meantime, by payments of the principal of our debt, we are liberating annually portions of the external taxes and forming from them a growing fund still further to lessen the necessity of recurring to extraordinary resources.

The usual account of receipts and expenditures for the last year, with an estimate of the expenses of the ensuing one, will be laid before you by the Secretary of Treasury.

No change being deemed necessary in our military establishment, an estimate of its expenses for the ensuing year on its present footing, as also sums to be employed in fornications and other objects within that department, has been prepared by the Secretary of War, and will make a part of the general estimates which will be presented you.

Considering that our regular troops are employed for local purposes, and that the militia our general reliance for great and sudden emergencies, you will doubtless think this institution worth of a review, and give those improvements of which you find susceptible.

Estimates for the Naval Department, prepared by the Secretary of the Navy, for another year will in like manner be communicated with general estimates. A small force in the Mediterranean will still be necessary to restrain the Tripoline cruisers, and the uncertain tenure of peace with some other of the Barbary Powers may eventually require that force to be augmented. The necessity of procuring some smaller vessels for that service will raise the estimate, but the difference in their maintenance will soon make it a measure of economy.

Presuming it will be deemed expedient to expend annually a convenient sum toward providing the naval defense which our situation may require. I can not but recommend that the first appropriations for that purpose may go to the saving what we already possess. No cares, no attentions, can preserve vessels from rapid decay which lie in water exposed to the sun. These decays require great and constant repairs and will consume, if continues, a great portion of the moneys destined to naval purposes. To avoid this waste of our resources it is proposed to add to our navy yard here a dock within which our present vessels may be laid up dry and cover from the sun. Under these circumstances experience proves that works of wood will remain scarcely at all affected by time. The great abundance of running water which this situation possess, at heights far above the level of the tide, if employed as is practiced for lock navigation, furnishes the means for raising and laying up our vessels on a dry and sheltered bed. And should the measure be found useful here, similar depositories for laying up as well as for building and repairing vessel may hereafter be undertaken at other navy yards offering the same means. The plans and estimates of the work, prepared by a person of skill and experience, will be presented to you without delay, and from this it will be seen that scarcely more than has been the cost of one vessel is necessary to save the whole, and that the annual sum to be employed toward its completion may be adapted to the views of the legislature as to naval expenditure.

To cultivate peace and maintain commerce and navigation in all their lawful enterprises; to foster our fisheries as nurseries of navigation and for the nurture of man, and protect the manufactures adapted to our circumstances; to preserve the faith of the nation by an exact discharge of its debts and contracts, expend the public money with same care and economy we would practice with our own, and impose on our citizens no unnecessary burthens; to keep in all of safety—these, fellow citizens, are the landmarks by which we are to guide ourselves in all our proceedings. By continuing to make these the rule of our action we shall endear to our countrymen the true principles of their Constitution and promote an union of sentiment an of action equally auspicious to their happiness and safety. On my part, you may count on a cordial concurrence in every measure for the public good and on all the information I possess which may enable you to discharge to advantage the high functions with which you are invested by your country.

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