Desde el cierre del último Congreso de la Nación ha perdido Presidente Harding. El mundo conocía su bondad y su humanidad, su grandeza y su carácter. Él ha dejado su marca en la historia. Él ha hecho la justicia más seguro y la paz más segura. El homenaje superando homenaje a su memoria como fue llevado a través del continente para descansar por fin en casa reveló el lugar que ocupó en los corazones del pueblo estadounidense. Pero esto no es motivo para la referencia extendida para el hombre o su trabajo. En esta presencia, entre estos que conocieron y amaron, es innecesario. Pero nosotros, los que estaban asociados con él no pudo reanudar juntos las funciones de nuestra oficina sin hacer una pausa por un momento, y en su memoria reconsagrar nosotros mismos al servicio de nuestro país. Él se ha ido. Nos mantenemos. Es nuestro deber, bajo la inspiración de su ejemplo, para asumir las cargas que se le permitió acostó, y para desarrollar y apoyar los sabios principios de gobierno que él representaba.
Relaciones Exteriores
Para nosotros la paz reina en todas partes. Deseamos perpetuarla siempre concediendo plena justicia a los demás y que requiere de otras plena justicia a nosotros mismos.
Nuestro país tiene un principio cardinal de mantener en su política exterior. Es un principio americano. Debe ser una política estadounidense. Atendemos a nuestros propios asuntos, conservar nuestra propia fuerza, y proteger los intereses de nuestros ciudadanos; pero reconocemos plenamente de nuestra obligación de ayudar a otros, reservándose la decisión de nuestro propio juicio el tiempo, el lugar y el método. Nos damos cuenta el vínculo común de la humanidad. Sabemos la ley ineludible de servicio.
Definitivamente, nuestro país se ha negado a adoptar y ratificar el pacto de la Sociedad de Naciones. No hemos sentimos justificados en asumir las responsabilidades que han asumido sus miembros. No estoy proponiendo ningún cambio en esta política; tampoco lo es el Senado. El incidente, en lo que a nosotros respecta, es cerrado. La Liga existe como un organismo extranjero. Esperamos que le sea útil. Pero los Estados Unidos no ve ninguna razón para limitar su propia libertad e independencia de acción al unirse a ella. Haremos bien en reconocer este hecho básico en todos los asuntos nacionales y gobernarnos a nosotros mismos en consecuencia.
Corte Mundial
Nuestra política exterior siempre se ha guiado por dos principios. El uno es la evitación de las alianzas políticas permanentes que sacrificarían nuestra independencia adecuada. La otra es la solución pacífica de las controversias entre las naciones. Por ejemplo y por tratados que hemos defendido el arbitraje. Por casi 25 años hemos sido un miembro del Tribunal de La Haya, y hemos buscado durante mucho tiempo la creación de un Tribunal Internacional de Justicia permanente. Estoy totalmente de acuerdo con estas dos políticas. Estoy a favor de la creación de un tribunal de este tipo pretende incluir a todo el mundo. Esto es, y ha sido durante mucho tiempo, una política estadounidense.
Pendiente ante el Senado es una propuesta que este Gobierno da su apoyo a la Corte Permanente de Justicia Internacional, que es un plan nuevo y algo diferente. Esto no es una cuestión partidista. No se debe asumir una importancia artificial. El tribunal no es más que un instrumento conveniente de ajuste a los que podríamos ir, pero a la que no se podría llevar. Se debe discutir con toda franqueza, no por un político, sino por un procedimiento judicial, sin presión y sin prejuicios. El partidismo no tiene cabida en nuestras relaciones exteriores. Como deseo ver un tribunal establecido, y que la propuesta presenta el único plan práctico en el que muchas naciones nunca han aceptado, a pesar de que no puede cumplir todos los deseos, que por lo tanto, recomiendo a la consideración favorable del Senado, con las reservas propuestas indicando claramente nuestra negativa a adherirse a la Sociedad de Naciones.
Rusia
Nuestras relaciones diplomáticas, últimamente así interrumpido en gran parte, se están reanudaron, pero Rusia presenta notables dificultades. Tenemos todas las ganas de ver ese gran pueblo, que son nuestros amigos tradicionales, restaurado a su posición entre las naciones de la tierra. Hemos relevado de su destitución lamentable con una enorme caridad. Nuestro Gobierno no ofrece ninguna objeción al ejercicio de comercio por nuestros ciudadanos con el pueblo de Rusia. Nuestro Gobierno no propone, sin embargo, entrar en relaciones con otro régimen que se niega a reconocer la santidad de las obligaciones internacionales. No me propongo para el trueque de distancia por el privilegio del comercio cualquiera de los derechos preciados de la humanidad. No me propongo hacer mercancía de cualquier principio americanos. Estos derechos y principios deben ir a donde las sanciones de nuestro Gobierno van.
Pero mientras que el favor de Estados Unidos no está a la venta, yo estoy dispuesto a hacer grandes concesiones con el fin de rescatar a la gente de Rusia. Ya evidencias alentadoras de regresar a las antiguas formas de la sociedad pueden ser detectados. Pero se necesitan más. Siempre aparece ninguna disposición a compensar a nuestros ciudadanos que fueron despojados, y reconocer que la deuda contraída con nuestro Gobierno, no por el zar, sino por la recién formada República de Rusia; cada vez que el espíritu activo de la enemistad a nuestras instituciones es disminuido; cuando aparecen las obras METE para el arrepentimiento; nuestro país debe ser el primero en ir al rescate económico y moral de Rusia. Tenemos todas las ganas de ayudar y ningún deseo de herir. Esperamos que el tiempo está cerca, a la mano cuando podemos actuar.
Deudas
La deuda actual y los intereses vencidos de los gobiernos extranjeros, exclusivo de la deuda británica de $ 4,6 mil millones, es de aproximadamente $ 7.2 mil millones. No estoy a favor de la cancelación de esta deuda, pero no veo ninguna objeción a ajustándolo de acuerdo con el principio adoptado por la deuda británica. Nuestro país no quisiera asumir el papel de un acreedor opresiva, pero mantendría el principio de que las obligaciones financieras entre los países son igualmente obligaciones morales que la fe y el honor internacional requieren deben ser dados de alta.
Nuestro Gobierno tiene una reclamación liquidado contra Alemania por los gastos del ejército de ocupación de más de $ 255 millones. Además de esto, la Comisión Mixta de Reclamaciones tienen delante de ellos cerca de 12.500 reclamaciones de ciudadanos estadounidenses, por un total de aproximadamente $ 1,225 mil millones. Estas reclamaciones ya se han reducido en una decisión reciente, pero hay reclamaciones válidas se extienden bien hacia los US $ 500.000.000. Nuestros miles de ciudadanos con los créditos que se les debe de cientos de millones de dólares no tienen ningún recurso, salvo en la acción de nuestro Gobierno. Estos son intereses muy importantes, que es el deber de nuestro gobierno para proteger lo mejor que pueda. Ese curso me propongo perseguir.
Es por estas razones que tenemos un interés directo en la recuperación económica de Europa. Ellos se agrandan por nuestro deseo para la estabilidad de la civilización y el bienestar de la humanidad. Que estamos haciendo sacrificios a fin de que ninguno puede negar. Nuestro interés diferido solo asciende a un millón de dólares cada día. Sin embargo, recientemente hemos ofrecido a ayudar con nuestro asesoramiento y consejo. Hemos reiterado nuestro deseo de ver a Francia pagó y Alemania revivió. Hemos propuesto el desarme. Hemos buscado fervientemente para componer las diferencias y restaurar la paz. Vamos a perseverar en hacer el bien, no por la fuerza, sino por la razón.
Papeles Exteriores
Bajo la ley de los documentos relativos a las relaciones exteriores a imprimir se transmiten como parte de este mensaje. Otros volúmenes de estos trabajos seguirán.
Servicio Exterior
El servicio exterior de nuestro Gobierno necesita ser reorganizado y mejorado.
Condición fiscal
Nuestros principales problemas son los problemas internos. La estabilidad financiera es el primer requisito de buen gobierno. No podemos escapar a los efectos de las condiciones del mundo. No podemos evitar los resultados inevitables de los trastornos económicos que han llegado a todas las naciones. Pero vamos a disminuir su daño a nosotros a medida que seguimos para restaurar las finanzas públicas a una posición segura y soportable. Esto es lo que podemos y debemos hacer. Sobre esa base firme descansa la única esperanza de progreso y prosperidad. De esa fuente debe provenir alivio para el pueblo.
Esto es ser, llevada a cabo por una reducción drástica pero ordenada, que está trayendo nuestros gastos dentro de nuestras posibilidades. El origen de esto ha sido la determinación del pueblo estadounidense, el principal apoyo ha sido el coraje de los que tienen autoridad, y el método eficaz ha sido el Sistema de Presupuesto. El resultado ha supuesto un verdadero sacrificio por los jefes de departamento, pero se ha hecho sin pestañear. Este sistema es una ley del Congreso. Representa su voluntad. Debe ser mantenido, y debe ser reforzada por el ejemplo de su observancia. Sin un sistema de presupuesto no puede haber responsabilidad fija y ninguna economía científica constructiva.
Esta gran concentración de esfuerzo por parte del gobierno y el Congreso ha llevado a los gastos, excluyendo el autoportante Post. Departamento de la oficina, a tres mil millones de dólares. Es posible, en consecuencia, para hacer una gran reducción en los impuestos de la gente, que es el único objeto de toda restricción. Esto se trata con mayor detalle en el mensaje de presupuesto, y un plan propuesto ha sido presentado en detalle en una declaración del Secretario de Hacienda que tiene mi aprobación incondicional. En especial me encomiendo una disminución en los ingresos ganados, y aún más la supresión de la admisión, el mensaje y los impuestos molestas. La diversión y el valor educativo de las imágenes en movimiento no debe ser gravado. La disminución de los cargos en contra de ingresos moderados de inversión les brindará un gran alivio, mientras que una revisión de las sobretasas no sólo proporcionará dinero adicional para la inversión de capital, estimulando así la industria y el empleo de más, pero no va a reducir en gran medida los ingresos de esa fuente, y puede en el futuro de hecho aumentarlo.
Oponerse a los impuestos de guerra en tiempo de paz, yo no estoy a favor del exceso de lucro impuestos. Un servicio muy grande podría ser traducida a través de la promulgación inmediata de la legislación para aliviar a la gente de parte de la carga de los impuestos. Para reducir los impuestos de guerra es dar a cada hogar una mejor oportunidad.
Durante siete años el pueblo ha soportado con valentía y sin queja la tremenda carga de los impuestos nacionales y locales. Estos deben ambos ser reducidos. Los impuestos de la Nación deben reducirse ahora tanto como la prudencia lo permite, y los gastos deben reducirse en consecuencia. Los altos impuestos alcanzan en todas partes y todo el mundo carga. Ellos se preparan más pesadamente sobre los pobres. Disminuyen la industria y el comercio. Ellos hacen que la agricultura no rentable. Aumentan las tarifas en el transporte. Son una carga en cada necesaria de la vida. De todos los servicios que el Congreso puede rendir al país, no dudo en declarar t descuidarlo, posponerla, obstruirla, de propuestas inadecuadas, es llegar a ser indigno de la confianza del público y falso a la confianza del público. El país quiere esta medida para tener el derecho de paso sobre una otras.
Otra reforma que es urgente en nuestro sistema fiscal es la abolición del derecho de emitir valores exentos de impuestos. El sistema existente no sólo permite una gran cantidad de la riqueza de la Noción de escapar es sólo carga, sino que actúa como un estimulante continua a la extravagancia municipal. Esto debe estar prohibida por la enmienda constitucional. Toda la riqueza de la Nación debe aportar su parte correspondiente a los gastos de la Nación.
arancel Taw
La presente ley arancelaria ha logrado sus dos objetos principales. Se ha asegurado un ingreso abundante y estado productivo de una prosperidad abundante. Debajo de ella el país ha tenido un gran comercio de exportación e importación. Una revisión constante de la tarifa por el Congreso es perturbadora y perjudicial. La presente ley contiene una disposición elástica que autoriza al Presidente para aumentar o reducir los horarios actuales no superior al 50 por centum para satisfacer la diferencia en el costo de producción en el país y en el extranjero. Esto no significa, en mi opinión, garantiza un g reescritura de toda la ley, pero sí significa, y se lo administra, que cada vez que la investigación requerida muestra que existen desigualdades de suficiente importancia en cualquier horario, el poder de cambiarlos debe y será aplicado.
envío
Todo el bienestar de nuestro país depende del transporte por mar y tierra. Nuestro Gobierno durante la guerra adquirió una gran flota mercante que debe ser transferida, lo antes posible, a la propiedad privada y la explotación en condiciones que asegurar dos resultados: en primer lugar, y de gran importancia, los medios adecuados para la defensa nacional; segundo, un servicio adecuado para el comercio americano. Hasta que las condiciones de transporte son tales que nuestra flota se puede eliminar de forma ventajosa en estas condiciones, que será operado del modo más económico posible en tales planes como pueden concebirse de vez en cuando por la Junta de envío. Debemos tener una marina mercante que cumpla estos requisitos, y vamos a tener que pagar el costo de su servicio.
Mejoras Públicas
Ha llegado el momento de reanudar de forma moderada la apertura de nuestras vías navegables intercostal; el control de las aguas de la inundación del Mississippi y de los Ríos Colorado; la mejora de las vías de agua de los Grandes Lagos hacia el Golfo de México; y el desarrollo del gran proyecto de energía y la navegación del río San Lorenzo, para el que ahora se están haciendo esfuerzos para garantizar el derecho necesaria con Canadá. Estos proyectos no pueden ser llevado a cabo de una sola vez, pero todos deben tener la consideración inmediata del Congreso y ser aprobada lo más rápido que los planes pueden ser madurados y los fondos necesarios estén disponibles. Esto no es incompatible con la economía, por su naturaleza no requiere tanto un gasto público como una inversión de capital que será reproductiva, como lo demuestra el notable aumento de los ingresos del Canal de Panamá. A estos proyectos dependerá mucho futuro progreso industrial y agrícola. Representan la protección de grandes áreas de inundación y la adición de una gran cantidad de energía barata y flete barato por el uso de la navegación, el principal de ellos es la presentación de los buques oceánicos de los Grandes Lagos.
Otro problema de carácter aliado es el desarrollo de superpotencia de los Estados del Nordeste, la consideración de que está creciendo bajo la dirección del Departamento de Comercio por conferencia conjunta con las autoridades locales.
Ferrocarriles
Las críticas a la ley del ferrocarril se ha dirigido, en primer lugar, a la sección que se establecen la regla por la cual las tasas son fijas, y modo de pago al Gobierno y el uso de exceso de ganancias; segundo, el método para el ajuste de las escalas salariales; y tercero, la autoridad de permisos consolidaciones.
Se ha supuesto erróneamente que el acto se compromete a garantizar las ganancias del ferrocarril. La ley requiere que las tasas deben ser justas y razonables. Esa ha sido siempre la norma en virtud de que las tasas hayan sido corregidos. Para hacer un ritmo que no dió un resultado justo retorno para fines de decomiso, y las tasas confiscatorias por supuesto son inconstitucionales. A menos que el Gobierno se adhiere a la regla de hacer una tasa que dará lugar a una remuneración justa, que debe abandonar tasa hacer en conjunto. La característica nueva e importante de esa parte de la ley es la reconquista y la redistribución del exceso de las tasas. La constitucionalidad de este método se encuentra ahora ante la Corte Suprema para su adjudicación. Su decisión debe ser esperado antes de intentar una nueva legislación sobre este tema. Por otra parte, la importancia de esta función no será grande si la consolidación en vigor.
La solución de los conflictos laborales del ferrocarril es un asunto de gran preocupación pública. El Consejo del Trabajo fue establecido para proteger al público en el disfrute de un servicio continuo, tratando de asegurar la justicia entre las empresas y sus empleados. Ha sido de gran ayuda, pero no es del todo satisfactorio para el público, los empleados, o las empresas. Si un acuerdo sustancial puede ser alcanzado entre los grupos interesados, no debe haber ninguna duda en la promulgación de dicho acuerdo a la ley. Si no se alcanza, la Inspección del Trabajo muy bien puede dejarse para la presente para proteger el bienestar público.
La ley para las consolidaciones no es lo suficientemente eficaz para ser rápido. Legislación adicional es necesaria dando autoridad para consolidaciones voluntarias, tanto regionales como ruta, y proporcionar la maquinaria gubernamental para ayudar y estimular dicha acción, siempre con sujeción a la aprobación de la Comisión Interestatal de Comercio. Esto debe autorizar a la Comisión a nombrar comisiones para cada grupo propuesto, en representación del público y las carreteras que lo componen, con poder para negociar con los tenedores de valores individuales para el intercambio de sus títulos para los de la, la consolidación en los términos y condiciones que la comisión puede prescribir para evitar cualquier confiscación y la preservación de los valores razonables. En caso de que esta consolidación permisiva resultar ineficaz después de un período de tiempo limitado, la autoridad del Gobierno tendrá que ser invocado directamente.
Consolidación parece ser el único método viable para el mantenimiento de un adecuado sistema de transporte con una oportunidad así para ajustar las tarifas de flete que se cumplan esas condiciones temporales como ahora prevalecen en algunos sectores agrícolas. Las autoridades competentes están de acuerdo en que toda una reorganización de la estructura de tarifas del transporte de mercancías es necesario. Esto se debe ordenar a la vez por el Congreso.
Departamento de Justicia
Como ninguna revisión de las leyes de los Estados Unidos se ha hecho desde 1878, una comisión o comité deben ser creados para llevar a cabo este trabajo. El Consejo Judicial informa que se necesitan dos más jueces de distrito en el distrito sur de Nueva York, una en el distrito norte de Georgia, y dos más jueces de circuito en el Tribunal de Circuito de Apelaciones del Octavo Circuito. La legislación debe ser considerado para este propósito.
Es deseable para acelerar la audiencia y la eliminación de los casos. Una comisión de jueces federales y abogados debe ser creado para recomendar una legislación por la cual el procedimiento en los tribunales federales de primera instancia puede ser simplificado y regulado por las normas de la corte, en lugar de por la ley; tales reglas para ser presentadas al Congreso y al estar en vigor hasta su anulación o modificación por el Congreso. El Tribunal Supremo debe revisar la legislación y la simplificación de las leyes que rigen la revisión por dicho tribunal, y la ampliación de las clases de los casos de muy poca importancia pública a ser objeto de revisión. Tales reformas podrían agilizar la operación del negocio de los tribunales. La administración de justicia es probable que falle si se retrasa mucho.
El Gobierno Nacional no ha dado la debida atención a sus problemas carcelarios. Se debe proporcionar empleo en tales formas de producción como puede ser utilizado por el Gobierno, aunque no se vende al público en competencia con las empresas privadas, para todos los presos que se pueden colocar en el trabajo, y para lo cual deben recibir una compensación razonable, disponible para sus dependientes.
Se necesitan dos reformatorios independientes; una para la segregación de las mujeres, y otro para la segregación de los jóvenes que sirven a su primera frase.
La administración de justicia se vería facilitada en gran medida mediante la inclusión en la Oficina de Investigación del Departamento de Justicia una División de Identificación Criminal, donde habría recogido esta información que ahora es indispensable en la represión de la delincuencia.
Prohibición
La enmienda prohibición de la Constitución exige al Congreso y al Presidente para proveer leyes adecuadas para prevenir su violación. Es mi deber de hacer cumplir dichas leyes. Para ello un tratado se está negociando con Gran Bretaña con respecto al derecho de visita de los barcos flotando. Para evitar el contrabando, la Tarjeta de Costa debería reforzarse considerablemente, y un suministro de lanchas rápidas debe ser proporcionada. Las principales fuentes de producción deben ser regulados de manera rígida, y se debe hacer todo lo posible para eliminar el tráfico interestatal. Con esta acción por parte del Gobierno Nacional, y la cooperación que por lo general se representa por las autoridades municipales y estatales, la prohibición debe hacerse efectiva. Gobierno libre no tiene ninguna amenaza mayor que la falta de respeto a la autoridad y violación continua de la ley. Es el deber de un ciudadano no sólo a observar la ley, sino para que se sepa que se opone a su violación.
El Negro
Numerada en nuestra población son algunas 12000000 gente de color. Según nuestra Constitución sus derechos son tan sagrados como los de cualquier otro ciudadano. Es a la vez un público y un derecho privado para proteger esos derechos. El Congreso debe ejercer todas las facultades de prevención y sanción contra el horrible crimen de linchamientos, de los cuales los negros no son en absoluto los únicos que sufren, pero para el que se propicia la mayoría de las víctimas.
Ya una suma considerable se apropió para dar la formación profesional negros en la agricultura. Alrededor de medio millón de dólares se recomienda para los cursos de medicina en la Universidad de Howard para ayudar a contribuir a la educación de 500 médicos de colores necesarios cada año. Debido a la integración de un gran número en los centros industriales, se ha propuesto la creación de una comisión, integrada por miembros de las dos carreras, para formular una política mejor para el entendimiento mutuo y la confianza. Tal esfuerzo es digno de elogio. Todo el mundo se alegrará en el logro de los resultados que pretende. Pero es bueno reconocer que estas dificultades se deben en gran medida los problemas locales que deben ser elaboradas por la tolerancia mutua y la bondad humana de cada comunidad. Este método da mucho más la promesa de un remedio real que la interferencia externa.
Servicio Civil
El mantenimiento y la ampliación de la función pública clasificado es sumamente importante. Hay cerca de 550.000 personas en la función pública ejecutivo de dibujo sobre 700.000.000 dólares de compensación anual. Cuatro quintas partes de éstos están en el servicio clasificado. Este método de selección de los empleados de los Estados Unidos es especialmente deseable para el Departamento de Correos. La Comisión de Administración Pública ha recomendado que los administradores de correos en la primera, segunda, y clasificarse oficinas de tercera clase. Tal acción, acompañado de una derogación del mandato de cuatro años en el cargo, sin duda, sería una mejora. Recomiendo también que la fuerza del campo de aplicación de la prohibición de ser interpuesto dentro de la función pública clasificada sin cubrir en la composición actual. El mejor método para la selección de los funcionarios públicos es el sistema de méritos.
Edificios Públicos
Muchos de los departamentos en Washington necesitan mejores instalaciones de la vivienda. Algunos son tan lleno de gente que su trabajo se ve impedida, otros están tan dispersos que pierden su identidad. Aunque no soy partidario en este momento una ley general edificio público, creo que ahora es necesario, de acuerdo con los planes ya sancionadas por un sistema unificado y ordenado para el desarrollo de esta ciudad, para iniciar la ejecución de esos planes mediante la autorización la construcción de tres o cuatro edificios más urgente con una asignación anual de $ 5.000.000.
Legislación reglamentaria
La cooperación con otras potencias marítimas es necesario para la protección completa de nuestras aguas costeras de la contaminación. Los planes para este están en marcha, pero esperan ciertos experimentos para la eliminación de residuos. Leyes que prohíben la difusión de Meantime y aceite se niegan desde buques en nuestras propias aguas territoriales serían más útiles contra esta amenaza y deberían promulgarse rápidamente.
Las leyes deben ser pasados regulación de la aviación.
Es necesaria la revisión de las leyes que regulan las interferencias de radio.
Legislación y reglamentos que establecen forro de carga, para proporcionar seguridad de la carga de los buques dados nuestros puertos son necesarios y recodificación de nuestras leyes de navegación es vital.
Revisión del procedimiento de la Comisión Federal de Comercio dará a propósito más constructivo a este departamento.
Si nuestras pesquerías de Alaska son para ser salvados de la destrucción, tiene que haber más leyes que declaren una política general y la delegación de la autoridad para dictar normas y reglamentos de un órgano administrativo.
Ejército y la Marina
Durante varios años hemos venido disminuyendo el personal del Ejército y la Marina, y la reducción de su poder al punto de peligro. No se deben hacer nuevas reducciones. El Ejército es una garantía de la seguridad de nuestros ciudadanos en el país; la Marina es una garantía de la seguridad de nuestros ciudadanos en el extranjero. Ambos servicios, debe ser reforzada y no debilitada. Se necesitan aviones adicionales para el Ejército, y los submarinos adicionales para la Armada. Las defensas de Panamá deben ser perfeccionados. No queremos armamentos más competitivos. No queremos más guerra. Pero queremos que ninguna debilidad que invita a la imposición. Un pueblo que descuidan su defensa nacional están poniendo en peligro su honor nacional.
Insular Posesiones
Las condiciones en las posesiones insulares en el conjunto han sido buenos. Su negocio ha estado reviviendo. Ellos están siendo administrados de acuerdo a ley. Ese esfuerzo tiene el pleno apoyo de la administración. Las recomendaciones que cónicas de sus personas o sus gobiernos deben tener la atención más considerada.
Educación y Bienestar
Nuestro Gobierno Nacional no está haciendo todo lo que legítimamente puede hacer para promover el bienestar de las personas. Nuestro enorme riqueza material, nuestras instituciones, toda nuestra forma de sociedad, no pueden considerarse un éxito total hasta que sus beneficios lleguen a los méritos de cada individuo. Esto no es una sugerencia de que el Gobierno debería, o podría, asumir para el pueblo las cargas inevitables de la existencia. No hay un método por el cual cualquiera de sentirnos aliviados de los resultados de nuestra propia locura o ser garantizada una vida exitosa. Hay una responsabilidad personal ineludible para el desarrollo del carácter, de la industria, de ahorro, y de dominio propio. Estos no vienen del Gobierno, sino de las personas mismas. Pero el Gobierno puede y debe ser siempre expresiva de firme determinación, siempre vigilante, para mantener las condiciones bajo las cuales estas virtudes tienen más probabilidades de desarrollar y asegurar el reconocimiento y la recompensa. Esta es la política estadounidense.
Es en virtud de este principio que hemos aprobado leyes para la protección de la salud pública y han adoptado la prohibición de estupefacientes y licores intoxicantes. A los efectos de la uniformidad nacional que debemos proporcionar, mediante una enmienda constitucional y la legislación apropiada, por una limitación del trabajo infantil, y en todos los casos bajo la jurisdicción exclusiva del Gobierno Federal una ley de salario mínimo para las mujeres, lo que sin duda encontrar suficiente poder de ejecución en la influencia de la opinión pública.
Tener en cuenta que la educación es particularmente un problema local, y que siempre debe llevarse a cabo con la mayor libertad de elección por los estudiantes y padres de familia, sin embargo, el Gobierno Federal bien podría darle el beneficio de su consejo y aliento con mayor libertad en este sentido. Si alguien duda de la necesidad de una acción concertada de los Estados de la Nación para este fin, sólo es necesario tener en cuenta las cifras espantosas de analfabetismo que representan una condición que no varía mucho en todas partes de la Unión. No soy partidario de la toma de los créditos del Tesoro Nacional para ser gastados directamente en la educación local, pero yo considero que es un requisito fundamental de la actividad nacional que, acompañado de áreas afines de bienestar, es digno de un departamento independiente y un lugar en el Consejo de Ministros. El lado humanitario del gobierno no debe ser reprimida, sino que debe ser cultivada.
Inteligencia Mere, sin embargo, no es suficiente. La iluminación debe ser acompañado por ese poder moral que es el producto de la casa y de la rebelión. La educación real y verdadero bienestar para las personas descansan inevitablemente sobre esta base, que el Gobierno puede aprobar y elogiar, pero que el pueblo mismo debe crear.
Inmigración
Instituciones estadounidenses se basan únicamente en la buena ciudadanía. Fueron creados por personas que tenían un fondo de autogobierno. Los recién llegados deben limitarse a nuestra capacidad de absorberlos en las filas de la buena ciudadanía. América debe mantenerse americano. Para este propósito, es necesario seguir una política de inmigración restringida. Sería bueno hacer esa inmigración de carácter selectivo con cierta inspección en la fuente, y con base ya sea en un censo previo o en el expediente de naturalización. Cualquier método aseguraría la admisión de los que tienen la mayor capacidad y mejor intención de convertirse en ciudadanos. Estoy convencido de que nuestras actuales condiciones económicas y sociales justifiquen una limitación de aquellos a ser admitido. Debemos encontrar una seguridad adicional en una ley que exige la inscripción inmediata de todos los extranjeros. Los que no quieren ser partícipes del espíritu americano no debe establecerse en América.
Veteranos
No deber más importante recae en el Gobierno de los Estados Unidos que la atención adecuada de sus veteranos. Aquellos que sufren discapacidades incurridos en el servicio deben tener suficiente alivio hospital y compensación. Sus dependientes deben ser apoyados. Deben ser completados de Rehabilitación y la formación profesional. Todo este servicio debe estar limpia, debe ser rápida y eficaz, y que debe ser administrado en un espíritu de la compasión humana más amplia y profunda. Si la investigación revela los defectos actuales de la administración o la necesidad de la legislación, se les dará órdenes para la corrección inmediata de la administración, y las recomendaciones para la legislación se debe dar la más alta preferencia.
En la actualidad hay 9.500 camas vacantes en los hospitales públicos, recomiendo que todos los hospitales se autorizará a la vez para recibir y cuidar, sin goce de sueldo del hospital, los veteranos de todas las guerras que necesitan esa atención, siempre que haya camas vacías, y ser medidas inmediatas tomado para ampliar y construir nuevos hospitales para atender a todos estos casos.
La Legión Americana presentará al Congreso un programa legislativo demasiado extenso para una discusión detallada aquí. Se trata de un plan cuidadosamente madurado. Mientras que algunos de ellos no soy partidario, con gran parte de lo que soy en abundante acuerdo, y yo recomiendo que se haga un esfuerzo más esmerada que proporcionen recursos para cualquier defecto en la administración de las leyes actuales que su experiencia ha revelado. La actitud del Gobierno hacia estas propuestas debería ser uno de generosidad. Pero no soy partidario de la concesión de una bonificación.
Carbón
El costo del carbón se ha convertido insoportablemente alto. Se coloca una gran carga para nuestra vida industrial y doméstico. El bien común exige una reducción en el precio del combustible. Con los enormes yacimientos existentes, la insuficiencia de la oferta no debe ser tolerado. Los responsables de las condiciones en este sector deberían emprender su reforma y liberarla de cualquier cargo de la especulación.
El informe de la Comisión del Carbón será ante el Congreso. Comprende todos los hechos. Representa las deliberaciones maduras y las conclusiones de los mejores talentos y experiencia que jamás se ha hecho una encuesta nacional de la producción y distribución de combustible. No soy partidario de la propiedad estatal o la explotación de las minas de carbón. La necesidad es la acción de propiedad privada que asegure una mayor continuidad de la producción y una mayor protección pública. El Gobierno Federal probablemente no tiene autoridad en tiempos de paz para regular los salarios, precios o ganancias en el carbón en las minas o los distribuidores, sino por la obtención y publicación de hechos que puede ejercer una gran influencia.
El origen de la dificultad en las minas de carbón bituminoso es la intermitencia de la operación que provoca gran pérdida de capital y del trabajo. La parte del informe relativa a este problema tiene mucho significado, y sugiere medidas correctivas necesarias. Con la modificación, las reglas de automóviles, mediante el fomento de una mayor unidad de propiedad, y, posiblemente, al permitir que los agentes de venta comunes para distritos limitados sobre la condición de que acepten las regulaciones adecuadas y garanticen que la competencia entre los distritos sea ilimitado, distribución, almacenamiento, y la continuidad debe ser mejorado .
El suministro de carbón debe ser constante. En caso de su posible interrupción, el Presidente debe tener la autoridad para nombrar una comisión facultada para hacer frente a cualquier situación de emergencia que podría surgir, para ayudar a la conciliación y el arbitraje voluntario, para ajustar cualquier controversia existente o amenazado entre el empleador y el empleado cuando falla la negociación colectiva , y mediante el control de la distribución para evitar la especulación en esta necesidad vital. Esta legislación es sumamente urgente y esencial para el ejercicio de la autoridad nacional de protección de las personas. Los que comprometen la responsabilidad de la administración o el empleo en esta industria, lo hacen con el pleno conocimiento de que el interés público es primordial, y que falle por cualquier motivo de egoísmo en su servicio es una traición del deber como órdenes de acción sin concesiones por el Gobierno .
Reorganización
Un comité especial conjunto ha sido designado para trabajar en un plan para la reorganización de los diferentes departamentos y negociados del Gobierno más científico y económico que el sistema actual. Con la excepción de la consolidación de la Guerra y los Departamentos de la Armada y algunos detalles de menor importancia, el plan tiene la sanción general de la Presidente y el Gabinete. Es importante que la reorganización se convirtió en ley en el actual período de sesiones.
Agricultura
Ayudado por los sanos principios adoptados por el Gobierno, el negocio del país ha tenido un renacimiento extraordinario. Considerado en su conjunto, la Nación se encuentra en el disfrute de notable prosperidad. Industria y comercio están prosperando. Para la mayoría de la agricultura tarta tiene éxito, once grapas de haber aumentado en valor de alrededor de $ 5,3 mil millones hace dos años a alrededor. $ 7 mil millones para el año en curso. Pero el ganado rango siguen siendo baja en el precio, y algunos sectores de la superficie de trigo, especialmente Minnesota, Dakota del Norte, y en el oeste, tienen muchos casos de peligro real. Con sus productos no vender en una paridad con los productos de la industria, todos los remedios de sonido que puede ser concebido debe ser aplicado para el alivio de los agricultores. Él representa a un personaje, un tipo de ciudadanía, y una necesidad pública que debe ser preservado y dio todas las facilidades para la recuperación de la prosperidad.
La angustia es más aguda entre los que dependen totalmente de un cultivo .. superficie de trigo se amplió en gran medida y aún no se ha reducido lo suficiente. Una gran cantidad se eleva a la exportación, que tiene que enfrentar la competencia en el mercado mundial de grandes cantidades planteadas en tierra mucho más barato y mucho más productiva.
No complicado esquema de alivio, ningún plan de fijación de precios del Gobierno, sin recurrir al Tesoro público será de ningún valor permanente en el establecimiento de la agricultura. Los métodos simples y directos acordados por el propio agricultor son las únicas fuentes reales para la restauración.
Indirectamente el agricultor debe ser relevado por una reducción de los impuestos nacionales y locales. Él debe estar asistida por la reorganización de la estructura de los fletes, que podría reducir los cargos en su producción. Para que esto sea plenamente eficaz debería haber consolidaciones del ferrocarril. Fertilizantes más baratos deben ser proporcionados.
Él debe tener la organización. Su cliente con el que intercambia productos o que la granja de los de la industria organizada, el trabajo está organizado, el negocio está organizado, y no hay manera para que la agricultura cumpla esto a menos que él, también, está organizado. La superficie de trigo es demasiado grande. A menos que podamos cumplir con el mercado mundial a un beneficio, debemos dejar de subir a la exportación. Organización ayudaría a reducir la superficie de cultivo. Sistemas de comercialización cooperativa creada por los propios agricultores, supervisados por la administración competente, sin duda serían de ayuda, pero, el no puede resolver el problema en su totalidad. Nuestras escuelas agrícolas deben tener cursos rigurosos en la teoría de la organización y comercialización cooperativa.
La diversificación es necesaria. Aquellos agricultores que crían la vida en sus tierras no son mucho en peligro. Estos préstamos están sabiamente como sea necesario para ayudar a la compra de acciones y otros materiales para empezar en esta dirección deben ser financiadas a través de una agencia de gobierno como un recurso temporal y de emergencia.
La dificultad que queda es la disposición de trigo exportable. No soy partidario de la injerencia permanente del Gobierno a este problema. Eso probablemente aumentaría el problema mediante el aumento de la producción. Pero parece factible proporcionar la asistencia del Gobierno a las exportaciones, y la autoridad debe dar la Corporación Financiera de Guerra de conceder, a su discreción, los términos más liberales de pago de las grasas y los cereales exportados en beneficio directo de la granja.
Muscle Shoals
El Gobierno está llevando a cabo para desarrollar un proyecto de energía hidráulica gran conocida como Muscle Shoals, en la que ha invertido muchos millones de dólares. El trabajo está todavía en curso. Sin perjuicio del derecho de volver a tomar en caso de guerra, recomiendo que esta propiedad con una ubicación para la planta de vapor auxiliar y derechos de paso vender. Esto pondría fin a la actual carga de la costa y debe devolver a la Tesorería el mayor precio posible para asegurar.
Mientras que el precio es un elemento importante, hay otra consideración aún más convincente. La agricultura de la Nación necesita una mayor oferta y menor costo de los fertilizantes. Esto ahora se importa en grandes cantidades. La mejor información que puedo asegurar indica que los métodos actuales de producción de energía no podrían rentable para cumplir con el precio al que estas importaciones pueden ser vendidos. Para obtener un suministro de esta energía de agua requeriría largo y costoso experimentación para perfeccionar un procedimiento para la producción barata. De lo contrario, nuestro propósito sería un fracaso completo. Parece conveniente, por lo tanto, con el fin de proteger y promover el bienestar público, tener convenios adecuados que ejercerse tal experimentación y continuó hacia el éxito. La gran ventaja de los nitratos de bajo precio se debe asegurar para el beneficio directo de los agricultores y el beneficio indirecto del público en tiempo de paz, y del Gobierno en tiempo de guerra. Si se logra este objetivo principal, la cantidad de dinero recibido por la propiedad no es una consideración primaria o principal.
Tal solución implicará negociaciones complicadas, y no hay autoridad para tal fin. Por tanto, recomiendo que el Congreso establezca un pequeño comité conjunto para considerar las ofertas, llevar a cabo negociaciones, e informar recomendaciones definitivas.
Reclamación
Por causa de las muchas causas que contribuyen, ocupantes de nuestros proyectos de recuperación se encuentran en dificultades financieras, que en algunos casos son agudos. La ayuda deberá ser concedida por la autoridad definitiva de la ley se faculta a la Secretaría de Gobernación en su discreción, de suspender, reajuste, y reevaluar todos los cargos contra los usuarios del agua. Toda esta cuestión está siendo considerada por los expertos. Usted tendrá la ventaja de los hechos y las conclusiones que se pueden desarrollar. Esta situación, que implica una inversión del Gobierno de más de 135 millones dólares, y que afecta a más de 30.000 usuarios de agua, es grave. Mientras que el alivio que es necesaria debe concederse, sin embargo los contratos con el Gobierno que puede hacerse frente se deben cumplir. La política general establecida de estos proyectos no debe ser abandonado para cualquier control privado.
Las carreteras y bosques
Carreteras y reforestación deberían seguir teniendo el interés y apoyo del Gobierno. Todo el mundo está ansioso por buenas carreteras. He hecho una propuesta liberal en el Presupuesto para el pago continuo a los Estados por el Gobierno Federal de su cuota para esta mejora pública necesaria. Ningún gasto de dinero público contribuye tanto a la riqueza nacional como para la construcción de buenas carreteras.
Reforestación tiene una importancia muy por encima de la atención que normalmente asegura. Un comité especial del Senado está investigando esta necesidad, y yo se la bienvenida a una política constructiva en base a su informe.
Se encuentra a 100 años desde que nuestro país anunció la doctrina Monroe. Este principio ha sido desde entonces, y ahora, una de las principales bases de nuestras relaciones exteriores. Debe ser mantenido. Pero en el mantenimiento que no debemos olvidar que un gran cambio ha tenido lugar. Ya no somos una nación débil, pensando principalmente en la defensa, temiendo imposición extranjera. Somos grandes y poderosos. Nuevos poderes traen nuevas responsabilidades. Nuestro cancioncilla entonces era para protegernos. Añadido a esto, nuestro deber ahora es ayudar a dar estabilidad al mundo. Queremos idealismo. Queremos que la visión que se levanta por encima de los hombres y de las naciones a sí mismos. Estas son las virtudes, por razón de sus propios méritos. Pero no deben ser claustral; no deben ser poco práctico; no deben ser ineficaz.
El mundo ha tenido suficiente de la maldición del odio y del egoísmo, de la destrucción y la guerra. Ha tenido suficiente de la utilización abusiva de poder material. Para la sanidad de las naciones debe haber buena voluntad y la caridad, la confianza y la paz. Ha llegado el momento para un uso más práctico del poder moral, y más confianza en el principio de que la derecha hace su propio poder. Nuestra autoridad entre las naciones debe ser representado por la justicia y la misericordia. Es necesario no sólo para que la fe, sino para hacer sacrificios por nuestra fe. Las fuerzas espirituales del mundo hacen todas sus determinaciones finales. Es con estas voces que Estados Unidos debería hablar. Siempre que declaran un propósito justo allí necesitará haber duda de que serán oídos. Estados Unidos ha tomado su lugar en el mundo como una República - libre, independiente, poderosa. El mejor servicio que se puede prestar a la humanidad es la garantía de que se mantendrá este lugar.
Original
Foreign Affairs
For us peace reigns everywhere. We desire to perpetuate it always by granting full justice to others and requiring of others full justice to ourselves.
Our country has one cardinal principle to maintain in its foreign policy. It is an American principle. It must be an American policy. We attend to our own affairs, conserve our own strength, and protect the interests of our own citizens; but we recognize thoroughly our obligation to help others, reserving to the decision of our own Judgment the time, the place, and the method. We realize the common bond of humanity. We know the inescapable law of service.
Our country has definitely refused to adopt and ratify the covenant of the League of Nations. We have not felt warranted in assuming the responsibilities which its members have assumed. I am not proposing any change in this policy; neither is the Senate. The incident, so far as we are concerned, is closed. The League exists as a foreign agency. We hope it will be helpful. But the United States sees no reason to limit its own freedom and independence of action by joining it. We shall do well to recognize this basic fact in all national affairs and govern ourselves accordingly.
World Court
Our foreign policy has always been guided by two principles. The one is the avoidance of permanent political alliances which would sacrifice our proper independence. The other is the peaceful settlement of controversies between nations. By example and by treaty we have advocated arbitration. For nearly 25 years we have been a member of The Hague Tribunal, and have long sought the creation of a permanent World Court of Justice. I am in full accord with both of these policies. I favor the establishment of such a court intended to include the whole world. That is, and has long been, an American policy.
Pending before the Senate is a proposal that this Government give its support to the Permanent Court of International Justice, which is a new and somewhat different plan. This is not a partisan question. It should not assume an artificial importance. The court is merely a convenient instrument of adjustment to which we could go, but to which we could not be brought. It should be discussed with entire candor, not by a political but by a judicial method, without pressure and without prejudice. Partisanship has no place in our foreign relations. As I wish to see a court established, and as the proposal presents the only practical plan on which many nations have ever agreed, though it may not meet every desire, I therefore commend it to the favorable consideration of the Senate, with the proposed reservations clearly indicating our refusal to adhere to the League of Nations.
Russia
Our diplomatic relations, lately so largely interrupted, are now being resumed, but Russia presents notable difficulties. We have every desire to see that great people, who are our traditional friends, restored to their position among the nations of the earth. We have relieved their pitiable destitution with an enormous charity. Our Government offers no objection to the carrying on of commerce by our citizens with the people of Russia. Our Government does not propose, however, to enter into relations with another regime which refuses to recognize the sanctity of international obligations. I do not propose to barter away for the privilege of trade any of the cherished rights of humanity. I do not propose to make merchandise of any American principles. These rights and principles must go wherever the sanctions of our Government go.
But while the favor of America is not for sale, I am willing to make very large concessions for the purpose of rescuing the people of Russia. Already encouraging evidences of returning to the ancient ways of society can be detected. But more are needed. Whenever there appears any disposition to compensate our citizens who were despoiled, and to recognize that debt contracted with our Government, not by the Czar, but by the newly formed Republic of Russia; whenever the active spirit of enmity to our institutions is abated; whenever there appear works mete for repentance; our country ought to be the first to go to the economic and moral rescue of Russia. We have every desire to help and no desire to injure. We hope the time is near at hand when we can act.
Debts
The current debt and interest due from foreign Governments, exclusive of the British debt of $4,600,000,000, is about $7,200,000,000. I do not favor the cancellation of this debt, but I see no objection to adjusting it in accordance with the principle adopted for the British debt. Our country would not wish to assume the role of an oppressive creditor, but would maintain the principle that financial obligations between nations are likewise moral obligations which international faith and honor require should be discharged.
Our Government has a liquidated claim against Germany for the expense of the army of occupation of over $255,000,000. Besides this, the Mixed Claims Commission have before them about 12,500 claims of American citizens, aggregating about $1,225,000,000. These claims have already been reduced by a recent decision, but there are valid claims reaching well toward $500,000,000. Our thousands of citizens with credits due them of hundreds of millions of dollars have no redress save in the action of our Government. These are very substantial interests, which it is the duty of our Government to protect as best it can. That course I propose to pursue.
It is for these reasons that we have a direct interest in the economic recovery of Europe. They are enlarged by our desire for the stability of civilization and the welfare of humanity. That we are making sacrifices to that end none can deny. Our deferred interest alone amounts to a million dollars every day. But recently we offered to aid with our advice and counsel. We have reiterated our desire to see France paid and Germany revived. We have proposed disarmament. We have earnestly sought to compose differences and restore peace. We shall persevere in well-doing, not by force, but by reason.
Foreign Papers
Under the law the papers pertaining to foreign relations to be printed are transmitted as a part of this message. Other volumes of these papers will follow.
Foreign Service
The foreign service of our Government needs to be reorganized and improved.
Fiscal Condition
Our main problems are domestic problems. Financial stability is the first requisite of sound government. We can not escape the effect of world conditions. We can not avoid the inevitable results of the economic disorders which have reached all nations. But we shall diminish their harm to us in proportion as we continue to restore our Government finances to a secure and endurable position. This we can and must do. Upon that firm foundation rests the only hope of progress and prosperity. From that source must come relief for the people.
This is being, accomplished by a drastic but orderly retrenchment, which is bringing our expenses within our means. The origin of this has been the determination of the American people, the main support has been the courage of those in authority, and the effective method has been the Budget System. The result has involved real sacrifice by department heads, but it has been made without flinching. This system is a law of the Congress. It represents your will. It must be maintained, and ought to be strengthened by the example of your observance. Without a Budget System there can be no fixed responsibility and no constructive scientific economy.
This great concentration of effort by the administration and Congress has brought the expenditures, exclusive of the self-supporting Post. Office Department, down to three billion dollars. It is possible, in consequence, to make a large reduction in the taxes of the people, which is the sole object of all curtailment. This is treated at greater length in the Budget message, and a proposed plan has been presented in detail in a statement by the Secretary of the Treasury which has my unqualified approval. I especially commend a decrease on earned incomes, and further abolition of admission, message, and nuisance taxes. The amusement and educational value of moving pictures ought not to be taxed. Diminishing charges against moderate incomes from investment will afford immense relief, while a revision of the surtaxes will not only provide additional money for capital investment, thus stimulating industry and employing more but will not greatly reduce the revenue from that source, and may in the future actually increase it.
Being opposed to war taxes in time of peace, I am not in favor of excess-profits taxes. A very great service could be rendered through immediate enactment of legislation relieving the people of some of the burden of taxation. To reduce war taxes is to give every home a better chance.
For seven years the people have borne with uncomplaining courage the tremendous burden of national and local taxation. These must both be reduced. The taxes of the Nation must be reduced now as much as prudence will permit, and expenditures must be reduced accordingly. High taxes reach everywhere and burden everybody. They gear most heavily upon the poor. They diminish industry and commerce. They make agriculture unprofitable. They increase the rates on transportation. They are a charge on every necessary of life. Of all services which the Congress can render to the country, I have no hesitation in declaring t neglect it, to postpone it, to obstruct it by unsound proposals, is to become unworthy of public confidence and untrue to public trust. The country wants this measure to have the right of way over an others.
Another reform which is urgent in our fiscal system is the abolition of the right to issue tax-exempt securities. The existing system not only permits a large amount of the wealth of the Notion to escape its just burden but acts as a continual stimulant to municipal extravagance. This should be prohibited by constitutional amendment. All the wealth of the Nation ought to contribute its fair share to the expenses of the Nation.
Tariff Taw
The present tariff law has accomplished its two main objects. It has secured an abundant revenue and been productive of an abounding prosperity. Under it the country has had a very large export and import trade. A constant revision of the tariff by the Congress is disturbing and harmful. The present law contains an elastic provision authorizing the President to increase or decrease present schedules not in excess of 50 per centum to meet the difference in cost of production at home and abroad. This does not, to my mind, warrant a rewriting g of the whole law, but does mean, and will be so administered, that whenever the required investigation shows that inequalities of sufficient importance exist in any schedule, the power to change them should and will be applied.
Shipping
The entire well being of our country is dependent upon transportation by sea and land. Our Government during the war acquired a large merchant fleet which should be transferred, as soon as possible, to private ownership and operation under conditions which would secure two results: First, and of prime importance, adequate means for national defense; second, adequate service to American commerce. Until shipping conditions are such that our fleet can be disposed of advantageously under these conditions, it will be operated as economically as possible under such plans as may be devised from time to time by the Shipping Board. We must have a merchant marine which meets these requirements, and we shall have to pay the cost of its service.
Public Improvements
The time has come to resume in a moderate way the opening of our intracoastal waterways; the control of flood waters of the Mississippi and of the Colorado Rivers; the improvement of the waterways from the Great Lakes toward the Gulf of Mexico; and the development of the great power and navigation project of the St. Lawrence River, for which efforts are now being made to secure the necessary treaty with Canada. These projects can not all be undertaken at once, but all should have the immediate consideration of the Congress and be adopted as fast as plans can be matured and the necessary funds become available. This is not incompatible with economy, for their nature does not require so much a public expenditure as a capital investment which will be reproductive, as evidenced by the marked increase in revenue from the Panama Canal. Upon these projects depend much future industrial and agricultural progress. They represent the protection of large areas from flood and the addition of a great amount of cheap power and cheap freight by use of navigation, chief of which is the bringing of ocean-going ships to the Great Lakes.
Another problem of allied character is the superpower development of the Northeastern States, consideration of which is growing under the direction of the Department of Commerce by joint conference with the local authorities.
Railroads
Criticism of the railroad law has been directed, first, to the section laying down the rule by which rates are fixed, and providing for payment to the Government and use of excess earnings; second, to the method for the adjustment of wage scales; and third, to the authority permitting consolidations.
It has been erroneously assumed that the act undertakes to guarantee railroad earnings. The law requires that rates should be just and reasonable. That has always been the rule under which rates have been fixed. To make a rate that does not yield a fair return results in confiscation, and confiscatory rates are of course unconstitutional. Unless the Government adheres to the rule of making a rate that will yield a fair return, it must abandon rate making altogether. The new and important feature of that part of the law is the recapture and redistribution of excess rates. The constitutionality of this method is now before the Supreme Court for adjudication. Their decision should be awaited before attempting further legislation on this subject. Furthermore, the importance of this feature will not be great if consolidation goes into effect.
The settlement of railroad labor disputes is a matter of grave public concern. The Labor Board was established to protect the public in the enjoyment of continuous service by attempting to insure justice between the companies and their employees. It has been a great help, but is not altogether satisfactory to the public, the employees, or the companies. If a substantial agreement can be reached among the groups interested, there should be no hesitation in enacting such agreement into law. If it is not reached, the Labor Board may very well be left for the present to protect the public welfare.
The law for consolidations is not sufficiently effective to be expeditious. Additional legislation is needed giving authority for voluntary consolidations, both regional and route, and providing Government machinery to aid and stimulate such action, always subject to the approval of the Interstate Commerce Commission. This should authorize the commission to appoint committees for each proposed group, representing the public and the component roads, with power to negotiate with individual security holders for an exchange of their securities for those of the, consolidation on such terms and conditions as the commission may prescribe for avoiding any confiscation and preserving fair values. Should this permissive consolidation prove ineffective after a limited period, the authority of the Government will have to be directly invoked.
Consolidation appears to be the only feasible method for the maintenance of an adequate system of transportation with an opportunity so to adjust freight rates as to meet such temporary conditions as now prevail in some agricultural sections. Competent authorities agree that an entire reorganization of the rate structure for freight is necessary. This should be ordered at once by the Congress.
Department of Justice
As no revision of the laws of the United States has been made since 1878, a commission or committee should be created to undertake this work. The Judicial Council reports that two more district judges are needed in the southern district of New York, one in the northern district of Georgia, and two more circuit judges in the Circuit Court of Appeals of the Eighth Circuit. Legislation should be considered for this purpose.
It is desirable to expedite the hearing and disposal of cases. A commission of Federal judges and lawyers should be created to recommend legislation by which the procedure in the Federal trial courts may be simplified and regulated by rules of court, rather than by statute; such rules to be submitted to the Congress and to be in force until annulled or modified by the Congress. The Supreme Court needs legislation revising and simplifying the laws governing review by that court, and enlarging the classes of cases of too little public importance to be subject to review. Such reforms would expedite the transaction of the business of the courts. The administration of justice is likely to fail if it be long delayed.
The National Government has never given adequate attention to its prison problems. It ought to provide employment in such forms of production as can be used by the Government, though not sold to the public in competition with private business, for all prisoners who can be placed at work, and for which they should receive a reasonable compensation, available for their dependents.
Two independent reformatories are needed; one for the segregation of women, and another for the segregation of young men serving their first sentence.
The administration of justice would be facilitated greatly by including in the Bureau of Investigation of the Department of Justice a Division of Criminal Identification, where there would be collected this information which is now indispensable in the suppression of crime.
Prohibition
The prohibition amendment to the Constitution requires the Congress and the President to provide adequate laws to prevent its violation. It is my duty to enforce such laws. For that purpose a treaty is being negotiated with Great Britain with respect to the right of search of hovering vessels. To prevent smuggling, the Coast Card should be greatly strengthened, and a supply of swift power boats should be provided. The major sources of production should be rigidly regulated, and every effort should be made to suppress interstate traffic. With this action on the part of the National Government, and the cooperation which is usually rendered by municipal and State authorities, prohibition should be made effective. Free government has no greater menace than disrespect for authority and continual violation of law. It is the duty of a citizen not only to observe the law but to let it be known that he is opposed to its violation.
The Negro
Numbered among our population are some 12,000,000 colored people. Under our Constitution their rights are just as sacred as those of any other citizen. It is both a public and a private duty to protect those rights. The Congress ought to exercise all its powers of prevention and punishment against the hideous crime of lynching, of which the negroes are by no means the sole sufferers, but for which they furnish a majority of the victims.
Already a considerable sum is appropriated to give the negroes vocational training in agriculture. About half a million dollars is recommended for medical courses at Howard University to help contribute to the education of 500 colored doctors needed each year. On account of the integration of large numbers into industrial centers, it has been proposed that a commission be created, composed of members from both races, to formulate a better policy for mutual understanding and confidence. Such an effort is to be commended. Everyone would rejoice in the accomplishment of the results which it seeks. But it is well to recognize that these difficulties are to a large extent local problems which must be worked out by the mutual forbearance and human kindness of each community. Such a method gives much more promise of a real remedy than outside interference.
Civil Service
The maintenance and extension of the classified civil service is exceedingly important. There are nearly 550,000 persons in the executive civil service drawing about $700,000,000 of yearly compensation. Four-fifths of these are in the classified service. This method of selection of the employees of the United States is especially desirable for the Post Office Department. The Civil Service Commission has recommended that postmasters at first, second, and third class offices be classified. Such action, accompanied by a repeal of the four-year term of office, would undoubtedly be an improvement. I also recommend that the field force for prohibition enforcement be brought within the classified civil service without covering in the present membership. The best method for selecting public servants is the merit system.
Public Buildings
Many of the departments in Washington need better housing facilities. Some are so crowded that their work is impeded, others are so scattered that they lose their identity. While I do not favor at this time a general public building law, I believe it is now necessary, in accordance with plans already sanctioned for a unified and orderly system for the development of this city, to begin the carrying out of those plans by authorizing the erection of three or four buildings most urgently needed by an annual appropriation of $5,000,000.
Regulatory Legislation
Cooperation with other maritime powers is necessary for complete protection of our coast waters from pollution. Plans for this are under way, but await certain experiments for refuse disposal. Meantime laws prohibiting spreading oil and oil refuse from vessels in our own territorial waters would be most helpful against this menace and should be speedily enacted.
Laws should be passed regulating aviation.
Revision is needed of the laws regulating radio interference.
Legislation and regulations establishing load liner, to provide safe loading of vessels leaving our ports are necessary and recodification of our navigation laws is vital.
Revision of procedure of the Federal Trade Commission will give more constructive purpose to this department.
If our Alaskan fisheries are to be saved from destruction, there must be further legislation declaring a general policy and delegating the authority to make rules and regulations to an administrative body.
Army and Navy
For several years we have been decreasing the personnel of the Army and Navy, and reducing their power to the danger point. Further reductions should not be made. The Army is a guarantee of the security of our citizens at home; the Navy is a guarantee of the security of our citizens abroad. Both of these services should be strengthened rather than weakened. Additional planes are needed for the Army, and additional submarines for the Navy. The defenses of Panama must be perfected. We want no more competitive armaments. We want no more war. But we want no weakness that invites imposition. A people who neglect their national defense are putting in jeopardy their national honor.
Insular Possessions
Conditions in the insular possessions on the whole have been good. Their business has been reviving. They are being administered according to law. That effort has the full support of the administration. Such recommendations as may conic from their people or their governments should have the most considerate attention.
Education and Welfare
Our National Government is not doing as much as it legitimately can do to promote the welfare of the people. Our enormous material wealth, our institutions, our whole form of society, can not be considered fully successful until their benefits reach the merit of every individual. This is not a suggestion that the Government should, or could, assume for the people the inevitable burdens of existence. There is no method by which we can either be relieved of the results of our own folly or be guaranteed a successful life. There is an inescapable personal responsibility for the development of character, of industry, of thrift, and of self-control. These do not come from the Government, but from the people themselves. But the Government can and should always be expressive of steadfast determination, always vigilant, to maintain conditions under which these virtues are most likely to develop and secure recognition and reward. This is the American policy.
It is in accordance with this principle that we have enacted laws for the protection of the public health and have adopted prohibition in narcotic drugs and intoxicating liquors. For purposes of national uniformity we ought to provide, by constitutional amendment and appropriate legislation, for a limitation of child labor, and in all cases under the exclusive jurisdiction of the Federal Government a minimum wage law for women, which would undoubtedly find sufficient power of enforcement in the influence of public opinion.
Having in mind that education is peculiarly a local problem, and that it should always be pursued with the largest freedom of choice by students and parents, nevertheless, the Federal Government might well give the benefit of its counsel and encouragement more freely in this direction. If anyone doubts the need of concerted action by the States of the Nation for this purpose, it is only necessary to consider the appalling figures of illiteracy representing a condition which does not vary much in all parts of the Union. I do not favor the making of appropriations from the National Treasury to be expended directly on local education, but I do consider it a fundamental requirement of national activity which, accompanied by allied subjects of welfare, is worthy of a separate department and a place in the Cabinet. The humanitarian side of government should not be repressed, but should be cultivated.
Mere intelligence, however, is not enough. Enlightenment must be accompanied by that moral power which is the product of the home and of rebellion. Real education and true welfare for the people rest inevitably on this foundation, which the Government can approve and commend, but which the people themselves must create.
Immigration
American institutions rest solely on good citizenship. They were created by people who had a background of self-government. New arrivals should be limited to our capacity to absorb them into the ranks of good citizenship. America must be kept American. For this purpose, it is necessary to continue a policy of restricted immigration. It would be well to make such immigration of a selective nature with some inspection at the source, and based either on a prior census or upon the record of naturalization. Either method would insure the admission of those with the largest capacity and best intention of becoming citizens. I am convinced that our present economic and social conditions warrant a limitation of those to be admitted. We should find additional safety in a law requiring the immediate registration of all aliens. Those who do not want to be partakers of the American spirit ought not to settle in America.
Veterans
No more important duty falls on the Government of the United States than the adequate care of its veterans. Those suffering disabilities incurred in the service must have sufficient hospital relief and compensation. Their dependents must be supported. Rehabilitation and vocational training must be completed. All of this service must be clean, must be prompt and effective, and it must be administered in a spirit of the broadest and deepest human sympathy. If investigation reveals any present defects of administration or need Of legislation, orders will be given for the immediate correction of administration, and recommendations for legislation should be given the highest preference.
At present there are 9,500 vacant beds in Government hospitals, I recommend that all hospitals be authorized at once to receive and care for, without hospital pay, the veterans of all wars needing such care, whenever there are vacant beds, and that immediate steps be taken to enlarge and build new hospitals to serve all such cases.
The American Legion will present to the Congress a legislative program too extensive for detailed discussion here. It is a carefully matured plan. While some of it I do not favor, with much of it I am in hearty accord, and I recommend that a most painstaking effort be made to provide remedies for any defects in the administration of the present laws which their experience has revealed. The attitude of the Government toward these proposals should be one of generosity. But I do not favor the granting of a bonus.
Coal
The cost of coal has become unbearably high. It places a great burden on our industrial and domestic life. The public welfare requires a reduction in the price of fuel. With the enormous deposits in existence, failure of supply ought not to be tolerated. Those responsible for the conditions in this industry should undertake its reform and free it from any charge of profiteering.
The report of the Coal Commission will be before the Congress. It comprises all the facts. It represents the mature deliberations and conclusions of the best talent and experience that ever made a national survey of the production and distribution of fuel. I do not favor Government ownership or operation of coal mines. The need is for action under private ownership that will secure greater continuity of production and greater public protection. The Federal Government probably has no peacetime authority to regulate wages, prices, or profits in coal at the mines or among dealers, but by ascertaining and publishing facts it can exercise great influence.
The source of the difficulty in the bituminous coal fields is the intermittence of operation which causes great waste of both capital and labor. That part of the report dealing with this problem has much significance, and is suggestive of necessary remedies. By amending, the car rules, by encouraging greater unity of ownership, and possibly by permitting common selling agents for limited districts on condition that they accept adequate regulations and guarantee that competition between districts be unlimited, distribution, storage, and continuity ought to be improved.
The supply of coal must be constant. In case of its prospective interruption, the President should have authority to appoint a commission empowered to deal with whatever emergency situation might arise, to aid conciliation and voluntary arbitration, to adjust any existing or threatened controversy between the employer and the employee when collective bargaining fails, and by controlling distribution to prevent profiteering in this vital necessity. This legislation is exceedingly urgent, and essential to the exercise of national authority for the protection of the people. Those who undertake the responsibility of management or employment in this industry do so with the full knowledge that the public interest is paramount, and that to fail through any motive of selfishness in its service is such a betrayal of duty as warrants uncompromising action by the Government.
Reorganization
A special joint committee has been appointed to work out a plan for a reorganization of the different departments and bureaus of the Government more scientific and economical than the present system. With the exception of the consolidation of the War and Navy Departments and some minor details, the plan has the general sanction of the President and the Cabinet. It is important that reorganization be enacted into law at the present session.
Agriculture
Aided by the sound principles adopted by the Government, the business of the country has had an extraordinary revival. Looked at as a whole, the Nation is in the enjoyment of remarkable prosperity. Industry and commerce are thriving. For the most tart agriculture is successful, eleven staples having risen in value from about $5,300,000,000 two years ago to about. $7,000,000,000 for the current year. But range cattle are still low in price, and some sections of the wheat area, notably Minnesota, North Dakota, and on west, have many cases of actual distress. With his products not selling on a parity with the products of industry, every sound remedy that can be devised should be applied for the relief of the farmer. He represents a character, a type of citizenship, and a public necessity that must be preserved and afforded every facility for regaining prosperity.
The distress is most acute among those wholly dependent upon one crop.. Wheat acreage was greatly expanded and has not yet been sufficiently reduced. A large amount is raised for export, which has to meet the competition in the world market of large amounts raised on land much cheaper and much more productive.
No complicated scheme of relief, no plan for Government fixing of prices, no resort to the public Treasury will be of any permanent value in establishing agriculture. Simple and direct methods put into operation by the farmer himself are the only real sources for restoration.
Indirectly the farmer must be relieved by a reduction of national and local taxation. He must be assisted by the reorganization of the freight-rate structure which could reduce charges on his production. To make this fully effective there ought to be railroad consolidations. Cheaper fertilizers must be provided.
He must have organization. His customer with whom he exchanges products o he farm for those of industry is organized, labor is organized, business is organized, and there is no way for agriculture to meet this unless it, too, is organized. The acreage of wheat is too large. Unless we can meet the world market at a profit, we must stop raising for export. Organization would help to reduce acreage. Systems of cooperative marketing created by the farmers themselves, supervised by competent management, without doubt would be of assistance, but, the can not wholly solve the problem. Our agricultural schools ought to have thorough courses in the theory of organization and cooperative marketing.
Diversification is necessary. Those farmers who raise their living on their land are not greatly in distress. Such loans as are wisely needed to assist buying stock and other materials to start in this direction should be financed through a Government agency as a temporary and emergency expedient.
The remaining difficulty is the disposition of exportable wheat. I do not favor the permanent interference of the Government in this problem. That probably would increase the trouble by increasing production. But it seems feasible to provide Government assistance to exports, and authority should be given the War Finance Corporation to grant, in its discretion, the most liberal terms of payment for fats and grains exported for the direct benefit of the farm.
Muscle Shoals
The Government is undertaking to develop a great water-power project known as Muscle Shoals, on which it has expended many million dollars. The work is still going on. Subject to the right to retake in time of war, I recommend that this property with a location for auxiliary steam plant and rights of way be sold. This would end the present burden of expense and should return to the Treasury the largest price possible to secure.
While the price is an important element, there is another consideration even more compelling. The agriculture of the Nation needs a greater supply and lower cost of fertilizer. This is now imported in large quantities. The best information I can secure indicates that present methods of power production would not be able profitably to meet the price at which these imports can be sold. To obtain a supply from this water power would require long and costly experimentation to perfect a process for cheap production. Otherwise our purpose would fail completely. It seems desirable, therefore, in order to protect and promote the public welfare, to have adequate covenants that such experimentation be made and carried on to success. The great advantage of low-priced nitrates must be secured for the direct benefit of the farmers and the indirect benefit of the public in time of peace, and of the Government in time of war. If this main object be accomplished, the amount of money received for the property is not a primary or major consideration.
Such a solution will involve complicated negotiations, and there is no authority for that purpose. I therefore recommend that the Congress appoint a small joint committee to consider offers, conduct negotiations, and report definite recommendations.
Reclamation
By reason of many contributing causes, occupants of our reclamation projects are in financial difficulties, which in some cases are acute. Relief should be granted by definite authority of law empowering the Secretary of the Interior in his discretion to suspend, readjust, and reassess all charges against water users. This whole question is being considered by experts. You will have the advantage of the facts and conclusions which they may develop. This situation, involving a Government investment of more than $135,000,000, and affecting more than 30,000 water users, is serious. While relief which is necessary should be granted, yet contracts with the Government which can be met should be met. The established general policy of these projects should not be abandoned for any private control.
Highways and forests
Highways and reforestation should continue to have the interest and support of the Government. Everyone is anxious for good highways. I have made a liberal proposal in the Budget for the continuing payment to the States by the Federal Government of its share for this necessary public improvement. No expenditure of public money contributes so much to the national wealth as for building good roads.
Reforestation has an importance far above the attention it usually secures. A special committee of the Senate is investigating this need, and I shall welcome a constructive policy based on their report.
It is 100 years since our country announced the Monroe doctrine. This principle has been ever since, and is now, one of the main foundations of our foreign relations. It must be maintained. But in maintaining it we must not be forgetful that a great change has taken place. We are no longer a weak Nation, thinking mainly of defense, dreading foreign imposition. We are great and powerful. New powers bring new responsibilities. Our ditty then was to protect ourselves. Added to that, our duty now is to help give stability to the world. We want idealism. We want that vision which lifts men and nations above themselves. These are virtues by reason of their own merit. But they must not be cloistered; they must not be impractical; they must not be ineffective.
The world has had enough of the curse of hatred and selfishness, of destruction and war. It has had enough of the wrongful use of material power. For the healing of the nations there must be good will and charity, confidence and peace. The time has come for a more practical use of moral power, and more reliance upon the principle that right makes its own might. Our authority among the nations must be represented by justice and mercy. It is necessary not only to have faith, but to make sacrifices for our faith. The spiritual forces of the world make all its final determinations. It is with these voices that America should speak. Whenever they declare a righteous purpose there need be no doubt that they will be heard. America has taken her place in the world as a Republic--free, independent, powerful. The best service that can be rendered to humanity is the assurance that this place will be maintained.
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